Los ahora arrestados adquirían la droga en Sevilla para transportarla posteriormente hasta viviendas de Azuaga y Llerena, donde la vendían a los consumidores.
Con el objetivo de interceptar uno de los transporte de droga, la Guardia Civil estableció un dispositivo de vigilancia en vías de comunicación próximas a Azuaga.
Cuando los ahora detenidos detectaron la presencia de los agentes, arrojaron por la ventanilla del coche una bolsa que contenía 100 dosis de mezcla de heroína-cocaína y 900 euros en metálico.
Ante los citados hechos, se les detuvo y se dio por desmantelados los tres puntos que tenían los ahora detenidos en inmuebles de Azuaga y Llerena.