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Dicen que a Yolanda la votarán los jóvenes…

ESPAÑADESTACADAOPINIÓN
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No quiero yo añadir más leña al fuego, pero las dificultades del pacto entre Podemos y Sumar (aunque formalmente sea ya un hecho) eran previsibles, porque lo de “matar al padre”, para intentar volver a nacer de entre sus cenizas, es práctica bastante común entre los políticos y pocos escapan a la maldición. 

Imagínense ustedes un escenario en el que una persona quiere liderar un proyecto y después de haber trabajado con un grupo determinado y destacar por ello, decide que ya es hora de “subir al cielo” sola y que muchos de los causantes de su visualización deben desaparecer. Todo, sin (hasta la fecha) haber explicado el ideario con el que se presenta a unas elecciones generales, aunque (eso sí) negando aspectos y métodos de sus padres políticos. Manteniéndonos detalladamente informados de sus idas y venidas en ese deseo de poner en pie un proyecto con el que aspira a ser presidenta del gobierno de España.

A ella y a sus colaboradores más inmediatos le sobran personas. Las encuestas hacen unas predicciones sobre posibles puestos de salida y como son menos de los deseados, los unos deben agudizar el ingenio para ser imprescindibles y los otros han de reducir la cantidad de candidatos.Todo muy lógico en ese juego interesado en el que se ha convertido cualquier carrera electoral

Y sucede que no logran ponerse de acuerdo, hasta el minuto último, con su grupo de origen, al que aún pertenecen. Ni con todas las convergencias. Y lo narran. Todos lo días, unas cuantas veces, los medios explican la desconfianza que impregna las conversaciones entre compañeros que ya no lo son. Al menos no completamente, dada la diferencia de criterio. Ofician como testigos los periodistas, verdaderos notarios de cada reunión. Aunque sea poca la “lana” para repartir. Y bastante enredada (por cierto).

Mucho me temo que el pescado hace tiempo que ya esté vendido, y que la firma de los dieci y tantos grupos políticos que integran la coalición de Sumar sólo signifique una condición burocrática, paso formal necesario para competir. Y que no exista ni se logre nunca una verdadera confianza entre sus componentes. Porque la confianza es una flor tan delicada, que cuando se angosta, es inútil intentar hacerla florecer.

La mayoría de los actores principales en este docudrama deben el conocimiento que la opinión pública tiene de ellos a una cierta desmesura en la apreciación de sus méritos, a una sobreactuación tan de máximos que les va a ser difícil poder igualar la verdad de los hechos con las expectativas creadas por sus partidarios. Es lo que tiene exagerar sobre las cosas, analizarlas dejando fuera unas circunstancias concretas (pandemia, etc) y no apreciar en la balanza la actitud positiva hacia el acuerdo del resto de firmantes en algunas cuestiones como la reforma laboral, por ejemplo.

Dicen que a Sumar la votarán los jóvenes. Personas progresistas a la que que el PSOE  ya no ilusiona. Y sin embargo, el crédito de su líder se apoya sobre lo hecho en un gobierno socialista…Ya veremos, amigos, ya veremos. Es todo tan igual y tan cansino…


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