“Les anuncio que como Presidente del Gobierno que convoco elecciones para el 28 de abril”. Con estas palabras ha anunciado Pedro Sánchez la fecha de las próximas elecciones tras una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros. El motivo del adelanto electoral es, tal y como ha destacado Sánchez, que la “oposición partidaria” ha impedido al Gobierno cumplir con su tarea que es, precisamente, la de “gobernar y avanzar”. En esta línea, ha criticado tanto a la derecha que representan el PP y Ciudadanos como al independentismo por tumbar unos Presupuestos que ha calificado de “buenos para España”.
En palabras del presidente, “España no merece quedar varada por los intereses particulares de unos y otros”. Ha recordado todos los aspectos positivos de sus Presupuestos sociales “después de siete años de injusticia social”: las medidas para la dependencia, la protección a parados más de 52 años, las reformas que la vivienda pueda ser asequible para los más jóvenes, el impulso al empleo juvenil y a la ciencia, el retorno del talento que se ha marchado fuera del país, la transición justa ante el cambio climático y el cambio de modelo energético…El carácter extraordinario de la reunión del Gobierno hace pensar que el presidente anunciará también la disolución de las Cortes, que es prerrogativa suya escuchado al Consejo de Ministros. “Hay derrotas parlamentarias que son victorias sociales y la ciudadanía ha visto qué es lo que queremos para este país”, ha asegurado el jefe del Ejecutivo. Eso sí, ha dejado claro que están a salvo medidas con las que se ha comprometido su Gobierno como la revalorización de las pensiones, el aumento salarial de los empleados públicos y la subida del salario mínimo.
El caso es que una vez derrotados los Presupuestos Generales para 2019 en el Congreso, Pedro Sánchez ha planteado que la disyuntiva estaba clara: “Continuar gobernando con unos presupuestos que no son nuestros, que no son los que necesitan este país, o convocar y dar la palabra a los españoles”. Y como su tesis es que “España debe continuar avanzando”, la respuesta -ha dicho- estaba clara.
En su comparecencia, y antes de dar la fecha con las que hace días que se especula, el jefe del Ejecutivo ha dedicado una parrafada a defender la ‘legitimidad’ del Gobierno que salió de la moción de censura rebatiendo así la crítica que se le ha hecho sin descanso desde los partidos de la derecha. Ha recordado la condena por corrupción del PP en el juicio sobre la primera etapa del caso Gürtel y que tras la no asunción de responsabilidades por parte del anterior Gobierno de ese color político, llevó al Congreso a apoyar la moción de censura contra Mariano Rajoy y con el espíritu constructivo que establece nuestro ordenamiento jurídico, es decir, con la propuesta de un presidente alternativo. Todo eso lo hizo la el Parlamento “legítimamente, al amparo del artículo 113 de la Constitución”, ha subrayado y ha seguido insistiendo: “Conviene recordar que el gobierno resultante fue plenamente legítimo, elegido por una mayoría de los representantes de los ciudadanos que los votaron en las urnas”.
Pedro Sánchez ha aprovechado para hacer una crítica muy dura a la oposición por haber “utilizado las instituciones con intereses partidarios, en lugar de actuar pensando en el interés general”. Ha recordado, en ese sentido, que se han bloqueado en el Congreso leyes muy importantes como la de la eutanasia, la reforma de la ‘ley mordaza’, la derogación de la reforma laboral, la reforma del voto rogado, la sostenibilidad de las pensiones… “Todo esto -ha explicado- se ha bloqueado por el filibusterismo parlamentario del PP y Ciudadanos” que ha culminado tumbando los Presupuestos presentados por su Gobierno. “Calificar a un presidente de ilegítimo, de golpista, que se humilla… yo no me he encontrado a la oposición a mi lado”, ha reprochado a la derecha.
Sobre la actitud de los independentistas de PDeCAT y ERC, que finalmente votaron con PP y Cs por no haber visto satisfechas sus exigencias sobre autodeterminación y presiones a la justicia para aligerar la carga penal de los presos del ‘procés’, ha comentado que “el independentismo siempre ha sabido dónde está el Gobierno” y ha hecho hincapié en los principios que ha defendido durante toda su presidencia respecto al diálogo con Cataluña: “La voluntad del Gobienro ha sido siempre la misma: nosotros dentro de la constitución y la legalidad estamos dispuestos a hablar, a dialogar”. “Dentro de la constitución todo, fuera de la constitución nada”, ha reiterado y ha lamentado que “la única diferencia de lo que ha ocurrido hoy y lo que ocurrió hace ocho meses (…) es que el Gobierno entonces contó con el apoyo de la oposición”.
Sánchez, eso sí, ha defendido el diálogo una vez más: “Nunca renunciaré al diálogo, porque creo que en el diálogo podemos encontrar el camino para resolver nuestras desavenencias. Yo soy partidario de coger el toro por los cuernos”. Y, por cierto, ha recordado que todos los gobierno del PP que han necesitado apoyos parlamentarios para sacar adelante sus leyes, incluidos los Presupuestos, han pactado con grupos nacionalistas, catalanes y vascos. “¿También (entonces) había pactos ocultos?”, ha preguntado.
Sobre la elección de la fecha del 28 de abril, Sánchez ha respondido a una pregunta sobre por qué no ha convocado las elecciones para el 26 de mayo, haciéndolas coincidir con las autonómicas, municipales y europeas: “Es importante no mezclar”. El presidente cree que es importante debatir sobre qué modelo de España se quiere alcanzar en contra de lo que hace la derecha, que sólo quiere un modelo en el que no caben más que ellos y que “cuando se manifiesta en Colón no lo hace contra el independentismo sino con aquello de que ‘hay que echar a Sánchez’”. En cuanto a la coincidencia con el juicio a los líderes del ‘procés’ y la forma en la que este proceso pueda interferir en la campaña electoral, ha hecho esta reflexión: “En este momento en que vamos a las urnas hay que reivindicar la democracia y eso significa que la justicia va por su lado y la política por el suyo”.
