Para la elaboración de esta novela, el escritor fue seleccionando algunas ideas de sus otros libros publicados para configurarla añadiéndole rasgos quijotescos. “Están definiéndola algunos compañeros como un Quijote del siglo XXI en el que rindo homenaje a Miguel de Cervantes”, ha explicado.
La novela comienza en Labriegos, un pueblo inventado por el autor e inspirado en el norte de Extremadura, cuando un extraño llega allí en un taxi. Lo hace cargado de libros y con claras intenciones de quedarse. A falta de un nombre real y por rumores, en el pueblo comienzan a llamarlo El Endocrino, un apelativo a que el forastero responde con agrado.
Tras unos días en este pueblo, nuestro protagonista demuestra su capacidad de observación que lo convertirá en un investigador de misterios domésticos en este territorio, ocupación que acabará cambiando por la de sabio, con proyectos en los campos de botánica, sociología, psicología o la historia.
“UN LENGUAJE MUY ENVOLVENTE”
No obstante, decepcionado por sus sucesivos fracasos en estos ámbitos, se verá en la detención de la Tierra en su órbita celeste, que encerrará al mundo en el mismo día, en un verano interminable. Esta situación no duda en aprovecharla el protagonista, que emprenderá una larga aventura para solucionar esta parada en el tiempo.
El escritor ha subrayado que ‘El verano del endocrino’ tiene “un lenguaje muy envolvente” que “puede atrapar al lector a conocer el final de la historia”. Además, ha adelantado que ya se encuentra trabajando en su segunda novela “aunque aún son pequeños apuntes que iré dando forma de libro”.
Finalmente, Santos ha asegurado que la Feria de Libro de Cáceres es una cita “muy interesante” que permite a muchos lectores que no conocen obras poder acercarse a ellas a través de las presentaciones.
