La polémica propuesta del alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, de cobrar una entrada para visitar la Plaza de España de la capital andaluza no ha encontrado eco en Extremadura, donde la Junta y los ayuntamientos de las principales ciudades han descartado por el momento adoptar una medida similar para sus espacios públicos.
Así lo ha manifestado la portavoz del Gobierno regional, Victoria Bazaga, quien ha asegurado que la Junta respeta la decisión del regidor sevillano y las razones que le hayan llevado a plantearla, pero que en la comunidad extremeña no hay “ninguna intención” de seguir sus pasos. No obstante, Bazaga ha dejado abierta la puerta a que “en un futuro, si es necesario”, se pueda estudiar alguna fórmula para recaudar fondos para el mantenimiento de los monumentos.
En la misma línea se han expresado los alcaldes de Mérida y Plasencia, Antonio Rodríguez Osuna y Fernando Pizarro, respectivamente, quienes han afirmado que no se plantean cobrar por el acceso a sus bienes patrimoniales, aunque han reconocido que la situación económica de los ayuntamientos es complicada y que se necesitan más recursos para conservar el legado histórico y cultural.
Por su parte, los turistas que visitan Extremadura se han mostrado contrarios a la idea de tener que pagar por entrar en los espacios públicos, como plazas, parques o puentes. Algunos han opinado que se trata de una medida “abusiva” y “discriminatoria”, que perjudica a los visitantes y a los propios vecinos. Otros han sugerido que se podría establecer una tasa turística, como ya existe en otras ciudades, que se destine a la mejora de los servicios y las infraestructuras.
