El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chaves, ha visitado el Observatorio de lo Invisible. Participó con los estudiantes, profesores y organizadores en las oraciones polifónica y ofreció una conferencia en la que enfatizó la importancia de no olvidar nuestras raíces y valorar la riqueza de la tradición cristiana.
Durante su intervención destacó la trascendencia de todas las artes, pues considera que tienen a Dios como fundamento y que la belleza es una fuente de sanación para el espíritu humano. El arzobispo resaltó el papel esencial de los artistas como portavoces del Creador y mencionó que la creación artística, en especial el arte sacro contemporáneo, es un reflejo de la encarnación de Dios en la humanidad. Citando a San Juan, el arzobispo recordó que «el verbo se hizo carne», y que toda manifestación artística es una contemplación de la belleza divina y un reconocimiento de lo que Cristo ha otorgado a la humanidad.
El arzobispo también expresó su preocupación por el distanciamiento de la gracia divina en la sociedad actual, especialmente entre los jóvenes, después de que una alumna, Sofía Tarruella, preguntara el porqué de la jerarquía en la Iglesia Católica y su distancia con los jóvenes. Francisco subrayó que era consciente de la necesidad de acercar a los jóvenes a Dios por medio del arte, la cultura y la fe, y destacó que proyectos como el Observatorio de lo Invisible pueden contribuir a ello. Alabó el diálogo entre la fe y la cultura que se manifiesta en esta iniciativa.
El arzobispo concluyó su discurso expresando su gratitud por el entusiasmo y las preguntas, enfatizando su pasión por lugares como el Observatorio, los cuales considera lugares de sanación y de intercambio personal.
