Mientras estoy leyendo un trabajo sobre las poesías latinas y castellanas de mi paisano Francisco Sánchez de Las Brozas, más conocido por el Brocense, me salta la noticia que ha muerto a los 95 años el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, un hombre que fue ministro de cultura con los sandinistas y en el aeropuerto de Managua fue amonestado públicamente por el Papa San Juan Pablo II en el año 1983 por propagar doctrinas apóstatas, no en balde era uno de los teólogos de la Teología de la Liberación, cercana al marxismo. Décadas más tarde ha sido rehabilitado por el Papa Francisco.
Conocí y saludé a Ernesto Cardenal una tarde en Jarandilla de la Vera en la entrada de un curso que organizaba la Universidad de Extremadura en esta zona verata. Fue muy amable en nuestra conversación. Yo por entonces no había estado en Nicaragua hasta que organicé, por encargo de la Unión Europea, un viaje para periodistas de turismo en noviembre de 2000 . En este viaje iba la actual secretaria de Estado de Deporte Irene Lozano, ya antes secretaria de Estado de la España Global, la antigua Marca España. Por entonces trabajaba en el periódico español “El Mundo”. Visitamos Managua, Granada, algún volcán que echaba continuamente azufre por su cono, pudiéndonos acercar hasta el mismo borde o la casa del poeta Rubén Darío en la ciudad de León o visitar el restaurante de Carlos Mejía Godoy y los de Palacagüina, que tanto éxito tuvieron en España con “Son tus perjúmenes mujer”, y con el que estamos en la foto. Y recorrimos la isla de Solentiname por sugerencia de un buen amigo alemán que posee allí un hotel. Recorrimos en plena noche, el lago, en una lancha, alumbrado solo por una linterna, que evitaba que chocáramos contra las rocas hasta legar al hotel Mancarrón, propiedad de mi amigo http://hotelmancarron.com/ En esta isla de Solentiname es donde el entonces religioso trapense Ernesto Cardenal fundó una comunidad contemplativa.
Y aquí «Son tus perjúmenes mujer»
Del comienzo de este viaje siempre recordaré esta anécdota. Volando desde Miami a Managua, en el avión iba repasando la documentación turística y los mapas. En el avión iba también la presidenta del país, Violeta Barrios de Chamorro (1990- 1996), cuyo marido, un prestigioso periodista, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal, habían asesinado los somozistas. Charlando le dije que yo era de la región española de Extremadura, cuya capital era la ciudad romana de Mérida y le pedí que me contara algo de la ciudad nicaragüense de Mérida. No supo decirme nada, ni tan siquiera la conocía y…a mí me extrañó.
Nadie duda que Ernesto Cardenal fue un buen escritor, lo que se dudaba era de su fidelidad al Pontífice y a las doctrinas de la Iglesia Católica. Descanse en paz.
