Amills detalló hace unos días en ‘Espejo Público’ que la idea inicial de Gimeno era huir, pero que acabó suicidándose al ver a la Guardia Civil en Tenerife: “Lo tenía todo estudiado y lo realiza todo de forma robótica, excepto la última parte, la de quitarse la vida. Cuando sale de nuevo al mar, después de haber asesinado a sus hijas y haberse cruzado en el puerto con la policía, tarda dos horas en suicidarse”.
Asimismo, el portavoz de la familia asevera que Tomás Gimeno no se quitó la vida por “remordimiento”, pues “él era incapaz de sentir algo así”, sino que lo hizo porque no iba a poder aguantar el juicio social al que habría sido sometido: “Era un narcisista y, como tal, no hubiese soportado la idea de que lo viesen como un cobarde, quería que se pensase en él como un héroe”.
La autoridad judicial que investiga el caso autorizará en los próximos días el cese de las operaciones de rastreo del buque oceanográfico Ángeles Alvariño en busca de los cuerpos de Gimeno y Anna, la pequeña de las niñas. La instructora y el responsable de operaciones de la embarcación coinciden en que es “imposible” continuar con el rastreo ante lo escarpado del terreno submarino.
La magistrada titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número dos de Santa Cruz de Tenerife, órgano competente para la investigación del caso, ha tomado esta decisión después recibir un informe del responsable de operaciones del barco que califica de “completamente inabordable” la exploración en la zona en donde hipotéticamente podrían localizarse nuevos resultados.
Beatriz Zimmermann quería que, por lo menos, encontraran el cuerpo de Tomás Gimeno para “cerrar el círculo” y no tener ninguna duda de que pudiera estar vivo. Sin embargo, puede que nunca aparezca y tenga que ser declarado muerto por la justicia. Para ello, antes había que esperar 10 años, pero el abogado Marcos García Montes ha expuesto en ‘El Programa del verano’ que, actualmente, tras un reciente cambio en el Código Civil, basta con que pasen dos años en caso de riesgo inminente de muerte por causa violenta o en caso de naufragios o inmersiones en el mar.
Mientras tanto, Gimeno tiene una orden de captura internacional por asesinato, por el momento, de su hija Olivia. Para que prescriba este delito de asesinato deberían pasar 20 años en el caso que la pena impuesta para el acusado sea de 15 años o más.
