Y la prueba extraordinaria los días 6, 7 y 8 de julio próximos.
La previsión del Ministerio de Educación es prorrogar el sistema suavizado también el curso que viene. Para el siguiente, el 2023-2024, el departamento que dirige Pilar Alegría presentará antes de final de este curso un modelo de selectividad muy diferente, adaptado a los nuevos currículos (es decir, a la forma de aprender y evaluar los conocimientos de cada asignatura) que empezarán a implantarse en septiembre. El ministerio quiere tenerlo listo en unos meses para que los alumnos que empiecen primero de bachillerato, así como sus docentes, sepan desde el momento en que comiencen la etapa con qué prueba se encontrarán al acabarla. La idea es que los chavales que empiecen primero de bachillerato este próximo mes de septiembre estrenen dicho modelo en junio de 2024. Y el ministerio no cree que valga la pena hacer un tipo de selectividad transitorio solo para 2023, independientemente de cuál sea la situación de la epidemia entonces.
Así, este curso, como en los dos anteriores, los alumnos tendrán un mayor margen para seleccionar qué preguntas quieren responder, porque “todas deberán ser susceptibles de ser elegidas”, señala la orden. En un ejemplo sencillo, si antes de la pandemia una prueba tenía dos versiones, una opción A y una B, con cuatro preguntas sobre cada uno de los cuatro bloques temáticos de los que constaba la materia, y el estudiante tenía que elegir uno de los dos exámenes (el A o el B), ahora habrá un único examen con un total de ocho preguntas. Y los alumnos podrán elegir las cuatro que quieran, aunque ello implique, por ejemplo, escoger dos de un bloque, dos de otro y ninguna de los otros dos.
Los estudiantes se examinarán de las asignaturas troncales y, aquellos que quieran subir nota, podrán presentarse a las materias optativas (al menos a dos). La calificación a efectos de acceder a la universidad se calculará combinando la nota media que obtengan en los exámenes de selectividad (que pesará un 40%), que tendrá que ser de al menos un 4, y su expediente en bachillerato (que representará un 60%).
“Preferentemente”, plantea la orden, “los exámenes se contextualizarán en entornos próximos a la vida del alumnado: situaciones personales, familiares, escolares y sociales, además de entornos científicos y humanísticos”. Durarán 90 minutos, con media hora de descanso como mínimo antes del siguiente. Y no podrá haber más de un 50% de preguntas tipo test en cada examen.
Vía MSN/El País.
