Yo me pregunto, ¿Cuántos padres han dicho hoy a sus hijos que no entren con 5 chicas en un portal?
La respuesta es sencilla y compleja a la vez, mientras los hombres pueden educarse y crecer siendo libres, sobre ellas, las chicas siempre planea la sombra de la violencia, del maltrato, de la violación.
No es justo qué por el simple hecho de nacer mujer, tengamos que mirar para atrás, para ver si nos siguen, si pueden asaltarnos, si pueden maltratarnos o violarnos, ellos no tienen esa necesidad, pero a nosotras se nos graba a fuego cada vez que nos sentimos indefensas al salir a la calle, parece que el mundo no fuera seguro para nosotras, para ellos sí.
Las mujeres no necesitamos que nadie nos repita esos consejos, nadie quiere ser víctima de violencia, abusos, violaciones, maltrato o muerte machista, solamente tenemos derecho a vivir libres, como ellos, a salir por la calle, pasear, quedar con amigas, y no tener miedo a que ningún demonio, porque no me atrevo a decir hombre, un hombre es mucho más, es nuestro compañero pueda interponerse en nuestro camino.
Si para algo ha servido esta injusta sentencia del tribunal en el juicio conocido por la “Manada” es para que toda la sociedad, mujeres y hombres condenen y se enfrente a una sentencia injusta por naturaleza, mujeres y hombres condenando a demonios, “o presuntos demonios” como la ley indica, pero que no son dignos de calificarse ni como hombres ni como seres humanos, nadie que amenace o resienta la vida de una chica o mujer merece ser considerado como tal.
Hoy la justicia tiene al pueblo entero enfrentado ante una sentencia injusta y que corresponde a una forma de ver la vida machista, y digo sí machista, y termino diciendo: ¿Si a tu a hijo no le prohíbes hablar con mujeres, por qué lo haces con tú hija? ¿Acaso ella no tiene derecho a vivir y que nadie le amenace? Ella debe sentirse segura al igual que tu hijo.