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León. Zamora, Salamanca…Cáceres y Badajoz

ESPAÑAEXTREMADURAOPINIÓN
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Lejos de nosotros hacer valoración del reciente acuerdo de la Excelentísima Diputación
Provincial de León solicitando la constitución de una Comunidad Autónoma, pero si
queremos sentar algunas bases históricas, tan objetivas como ciertas, que de tenerse en
consideración harían temblar no sólo las bases de Castilla y León, sino las de
Extremadura, cuestionando incluso su organización provincial.

Por delante decir, que las verdaderas nacionalidades históricas de España, no son las tan
manidas comunidades con autonomía o preautonomía en 1936, sino las que
efectivamente ejercieron soberanía, con reyes propios e independientes, propios del
mundo occidental y cristiano hasta la unificación final de 1512, con el acuerdo de las
Cortes de Navarra reconociendo como Rey a Don Fernando I, segundo de Aragón y
quinto de Castilla, además de Rey de Sicilia, estas estructuras no son otras que el Reino
de León, que integra al Reino de Asturias, luego Principado, el menor Reino de León, y
al Reino de Galicia; el Reino de Castilla, Castilla la Vieja, los Señoríos Vascongados,
Castilla la Nueva, y Castilla Novísima (Andalucía y Murcia), las Islas Canarias y los
Algabres y plazas de soberanía; el Reino de Navarra; y el Reino de Aragón, que integra
también el Reino de Valencia, el menor Reino de Aragón, el Reino de Mallorca, y el
Principado de Cataluña; es decir, Castilla, León, Aragón, y Navarra, por el orden que
aparecen en los cuarteles del blasón del Reino de España.

Dicho esto, la configuración de una posible autonomía leonesa se viene considerando,
simplificando e ignorando la historia, en la convergencia en la misma de las actuales
provincias de León, Zamora y Salamanca, lo que sería el menor Reino de León de no
ser porque la división provincial de 1833 jugó malas pasadas, así las cosas, buena parte
de la provincia de Palencia y de Valladolid no eran Castilla, sino León, y la Ciudad de
Béjar era Castilla y no León, y en fecha tan avanzada como 1851 su ayuntamiento
solicitó incorporarse a la provincia de Ávila, pues nada tenían que ver con Salamanca,
perteneciendo al Obispado de Plasencia, Castilla, también. ¿Y qué decir del resto de
Extremadura?

Pues que los municipios de Alburquerque, Alcántara, Badajoz, Cáceres, Galisteo,
Granadilla, Jerez de los Caballeros Templarios y Mérida, componen el Reino de la
Extremadura leonesa, nada menos que desde las Cortes de León, celebradas en
Benavente en el año 1202, que configuran cuatro Reinos como eficaz división
administrativa: el Reino de Galicia, el Reino de Asturias, el menor Reino de León y el
Reino de la Extremadura leonesa, que comprendía los Obispados de Coria, mucho más
tarde de Coria-Cáceres, y de Badajoz, mucho más tarde también Arzobispado de Mérida
Badajoz, que no era ni mucho menos coincidente con su actual provincia, pues ni la
parte de la misma que pertenece a la diócesis de Plasencia, ni el Priorato de Magacela
dela Orden de Alcántara (levante de la provincia, La Serena y muchos más) eran otra
cosa que Castilla, quedando el mismo reducido a una franja de terreno fronteriza con
Portugal, y las tierras de la Orden de Santiago, todo ello Reino de León.

Puesto a pensar en una comunidad autónoma, la leonesa, basada en el rigor histórico,
Béjar, Medellín, Plasencia, Trujillo, son castellanas, la última estribación de Castilla la
Vieja, tan vieja como Burgos o Soria, el obispado entero de la Ciudad del Jerte, más el
Priorato de Magacela entero, Guadalupe es Castilla la Nueva, siempre unida a Toledo, y
el resto de la actual Extremadura no es otra cosa que León.

Y, puestos a repensar las cosas con rigor histórico, estas son como son, por eso el
estandarte de Cáceres, que le concedió el 23 de abril de 1229, Su Majestad el Rey Don
Alfonso IX, solo de León, era el escudo del Reino de León, y más tarde los
repobladores castellanos, muy enfrentados a los de origen leonés, gallego y asturiano,
LEONESES, se comenzó a utilizar la Señal de Castilla y de esta manera se empleaban
no sin disputa dos blasones en Cáceres, el original, genuino, leonés, y el advenedizo
castellano. No fue sino hasta la intervención de Su Majestad la Reina Doña Isabel I de
León y de Castilla, el 9 de julio de 1477, que mandó que Cáceres adoptase un único
sello en el que apareciesen unidas las armas de León y de Castilla. Pero en Badajoz ni
eso, tras la definitiva derrota de los moros en sus lares, su reconquista y el fin de la
invasión musulmana, la Ciudad del Guadiana, recibió por Señal, el león de oro,
rampante, linguado y uñado de plata, perfilado de sable y coronado de oro, es el más
característico símbolo leonés que ya tenía desde poco antes Cáceres, otorgado a la
Ciudad el 19 de marzo de 1230, también por Su Majestad el Rey Don Alfonso IX, sólo
de León, al convertirla en ciudad realenga dependiente directamente de la Corona… DE
LEÓN.

Comunidad Autónoma de León…León, Zamora, Salamanca, Cáceres y Badajoz, lo que
empezó casi como una excentricidad de un minúsculo partido localista, el PREPAL,
hoy tiene rango de acuerdo político de primer orden, apoyado por el PSOE, nada menos.
Si el Bloque Nacionalista Galego hablaba de la “Galiza do sur” porque en tres
municipios extremeños se hablaba algo muy parecido al gallego, ¿qué no pueden hacer
otros levantando banderas más potentes? Ya veremos hasta donde llegamos en esta
España nuestra.

Rodolfo-Francisco Orantos y Martín-Requejo
Doctor por la Universidad de Extremadura
Derecho Público


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