Esta I Jornada de la Alegría ha sido organizada por la Asociación Salvemos Animales de Mérida (SAM), Batallón Perruno Mérida y Plataforma de Defensa Animal Extremeña, que durante buena parte de la jornada, en la que ha llovido de forma intermitente, ha acogido numerosas actividades como talleres, un mercadillo o un desfile de perros abandonados en el Parque de las VII Sillas de la capital extremeña.
Vanessa Simón, de Batallón Perruno, ha subrayado que esta convocatoria se ha realizado en «respuesta» a la concentración de los cazadores, para decirles que quieren a todos los animales «vivos».
Asimismo, ha mostrado su rechazo a los argumentos esgrimidos por las organizaciones en defensa de la caza acerca de que generan empleo y riqueza y que su actividad es necesaria para el sostenimiento de los ecosistemas, al tiempo que ha criticado que se trata de una práctica que no siempre está controlada.
En este sentido, ha criticado la caza furtiva que mueve «mucho dinero» de una forma ilegal y que afecta a especies protegidas, solo por «diversión» y para obtener «trofeos».
Simón, que se ha mostrado contraria a todo tipo de caza, ha deseado no obstante que al menos toda esta actividad tuviera un mayor control por parte de los propios cazadores. En esta línea, ha reconocido que ni todos son furtivos ni tampoco son maltratadores o abandonan a sus perros de caza, pero ha remarcado que «está claro que los hay».
Así, ha señalado que la mayoría de los 40 canes abandonados que se han exhibido este domingo en Mérida en busca de un nuevo hogar pertenecen a razas de perros de caza, que son «abandonados» cuando ya no «sirven» para cazar o para criar, y eso «en el mejor de los casos», si es que no acaban con «un disparo, en un pozo o ahorcados», ha remarcado.
Por este motivo, ha animado a los propios cazadores a que denuncien estos casos de abandono y maltrato de los perros cuando ya no son utilizados para cazar.
Durante toda la jornada se han celebrado diversas actividades lúdicas y culturales destinadas tanto para niños como para mayores. Así, ha habido talleres, una exposición de fotografía y dibujos, cuentacuentos, gymcana, manualidades, entrega de especies vegetales para plantar, lectura, música en directo, danza, mesas informativas o un mercadillo solidario para recaudar fondos para las propias asociaciones, que recuerdan que no reciben ninguna ayuda pública.
