Manolo Segura, expareja de la baronesa Thyssen y padre de su hijo Borja, ha fallecido a los 77 años en el hospital San Francisco de Asís, de Madrid, una triste noticia para la familia. Sus restos han sido trasladados al Tanatorio de Tres Cantos. Carmen Cervera y Manolo Segura mantenían una buena relación, aunque ya no estaban juntos desde hace años, y era frecuente que Manolo se uniera a los planes de verano de la familia Thyssen en aguas de las Baleares, uno de los destinos preferidos de la baronesa que suele recorrer a bordo de su yate Mata Mua. La baronesa, junto a sus hijos Borja y las mellizas Sabina y Carmen, su nuera Blanca Cuesta y sus nietos Sacha, Eric, Enzo y la pequeña Kala, en compañía de Manolo Segura, protagonizaban familiares instantáneas en la isla de Ibiza y en Marbella, entre otros lugares, que tristemente no podrán repetirse.
Manolo Segura trabajó durante tres décadas en grandes agencias de publicidad internacionales y después como asesor. En 2016 se había separado de su mujer Paz Pastor, tras quince años de convivencia. “A Borja –dijo- lo quiero un 80 por ciento de amigo y un 20 por ciento de padre. El cariño se hace con el trato. Conmigo siempre ha sido muy cariñoso” comentó Manolo Segura en una entrevista en 2009. Borja fue adoptado cuando era un niño por el barón Heini Thyssen, marido de Carmen, que falleció en 2002. En la misma entrevista, Manolo habló del trato que tenía con su hijo: “He tenido bastante relación a partir de los ocho años, luego él paso una temporada en Lugano, pero a los ocho casi todos los sábados me llamaba la madre de Tita y le iba a buscar, jugábamos al pádel en la Moraleja”.
En un capítulo de las memorias que publicó en 2009 tituladas Yo, Tita Cervera, la baronesa recordó cómo conoció a Manolo. “Conocí en una cena a Manuel Segura. Nos reímos mucho, conversamos y bailamos también mucho. Empezamos a salir y hablamos de boda” escribió. Sin embargo nunca llegaron a dar el paso, como indica en el libro: “A pesar de tener un hijo en común, Manuel Segura y yo, por razones del destino, no llegamos a casarnos”.
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