Los alcaldes de los 60 municipios españoles que albergan centrales nucleares se reunieron hoy en Almaraz, Cáceres, para defender la continuidad de estas instalaciones. En un manifiesto leído durante el encuentro, los alcaldes instaron a reconsiderar el calendario de cierre de las centrales, calificándolo de “suicida”.
Argumentan que la energía nuclear es verde, limpia y segura, y que las centrales nucleares generan empleo, garantizando la estabilidad económica de sus municipios. “No hay ninguna industria, ningún plan alternativo que genere tantos empleos como los que genera la central nuclear”, afirmó Juan Antonio Díaz, alcalde de Almaraz.
La Junta de Extremadura también se opone al cierre de Almaraz, argumentando la seguridad energética del país y el futuro de la comarca de Campo Arañuelo. Mercedes Morán, consejera de Agricultura y Desarrollo Sostenible de la Junta, criticó el doble discurso del gobierno de Sánchez en Europa, donde apoya las centrales nucleares e incluso defiende que se subvencionen.
El futuro líder del PSOE extremeño, Miguel Ángel Gallardo, también se pronunció esta semana a favor del mantenimiento de Almaraz. Sin embargo, el gobierno central, también socialista, renovó en diciembre el Plan General de Residuos Radiactivos, que incluye el cierre de todas las centrales nucleares con más de 40 años, entre ellas Almaraz, que cerraría con 44.
José Luis Quintana, delegado del gobierno en Extremadura, cree que todavía hay margen para el diálogo entre el Ministerio de Transición Ecológica y los propietarios de las centrales. “El gobierno de España actuará de acuerdo al interés general de todas las partes”, aseguró.
Almaraz, que es la central nuclear más productiva de España, aporta el 7% de la energía al sistema eléctrico español y genera 2.900 empleos. Aunque se cierre, la planta no cesará inmediatamente sus operaciones. Tras su apagado, la central nuclear tendría otros 15 años de obras para el desmantelamiento de las instalaciones.
