El tren con recorrido entre Mérida y Madrid se detuvo en la estación toledana de Montearagón, por una avería en el generador, lo que provocó que 50 pasajeros quedaran «abandonados» a su suerte en un lugar, a pleno sol, cinco y media de la tarde, en la canícula veraniega, con casi 40 grados a la sombra.
Cerca de una hora tuvieron que esperar a que les recogiera el consabido autobús que les llevara a su destino, fundamentalmente Madrid, cuando lo que habían abonado era un viaje en tren. Renfe recurre a este medio de transporte, o al taxi, cuando un tren se avería.
El hecho es que van tres días de agosto y ya se han producido dos incidencias. ¿ El cambio de trenes que se inicia este viernes traerá la tranquilidad a los viajeros? es lo que se preguntan los usuarios de un transporte que es noticia un día sí y otro también y habitualmente en perjuicio de quienes lo utilizan, pasando previamente por taquilla.