Catalina Perez scaled
Comparte en redes sociales

Cartas acehucheñas

 

Estimados compatriotas: Ya pasó San Sebastián; el año va que vuela. Interquidencias de la salud no me permitieron estar, no más, que el día de San Sebastián el Chico, el sábado 21. Ahora que por gentío no quedó la cosa. No recuerdo año de tanto personal. El año que viene, si Dios quiere, sábado y domingo, imagino que batiremos récord de asistencias. Lo duro, lo fuerte, es que para los veteranos excede, con mucho, el número de rostros desconocidos que el de los de toda la vida. El tiempo no perdona. Los de ayer se van yendo, y las caras nuevas, si acaso por el parecido con sus mayores. Vamos a las curiosidades.

Como sabéis, Lalo (Hurtado Julián) me surte de noticias y conocimientos nuevos. Lo cual es mucho de agradecer. Recién, me ha mandado dos apuntes de toponimia; por cierto, para mí entrañables por haberlos frecuentado, en otros tiempos, escopeta al hombro. El nombre de dos damas, por cierto: Juana Ramos y Catalina Pérez.

¿Veis el camino de río, Manantraero (Mal entradero) abajo? A la derecha del mismo una gran hondonada para un arroyo estacional: Juana Ramos, que viene a dejar sus aguas (si las lleva) al padre Tajo, desde el Huerto Nuevo. ¿Quién fue Juana Ramos? La esposa de un tal Andrés González, que casó a su hija Francisca Ramos el 19 de abril de 1795.

No pocas veces, en días de caza, en aquellos años dichosos de la abundancia del conejito en las Jaras, nos deteníamos un rato a echar un cigarro y un trago de agua en el manantío de Catalina Pérez. Del Sevillano para allá, entrando en la Jara de Enmedio, de umbría, cerca de donde tenía la majada nuestro amigo Antonio Marcos. Catalina Pérez, dice Lalo que fue hija de Esteban Julián, de Garrovillas y de María Pérez, de Acehúche, la cual se casó con Francisco Barroso el 14 de julio de 1794. Añade Lalo: “Pero hay una Cathalina Pérez anterior, hija de Juan Montero Nieves y Ángela Pérez, que casó con Francisco Ramos en 1771”. Todo eso lo lee Lalo en un tal Don Marzelo Martín.

Seguiremos dando noticias, si el tiempo no lo impide, nos ayuda San Sebastián y nos protege Nuestra Señora del Cerro (decía D. Fausto) desde Santa María. Así sea.


Comparte en redes sociales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *