foto futbol
Comparte en redes sociales

Imaginemos un final de temporada en un equipo juvenil de división de honor y a Juan, después de ser el jugador más destacado de la competición, le han ofrecido la posibilidad de jugar con el equipo de Primera División de su club un torneo internacional en Qatar. Curiosamente Juan ha dicho que renuncia, porque después de una temporada muy difícil con todos los protocolos por la covid-19 y la exigencia de la competición necesita descansar y desconectar. Reconoce que ha sido una decisión muy difícil, pero está convencido que es lo mejor para él y lo más honesto para el equipo.

Pedro, también jugador juvenil, se incorporó al equipo de 2ªA de su Club y aunque en un principio su rol iba a ser de suplente, pronto se convirtió en el jugador revelación y disputó todos los partidos de liga como titular. Al finalizar la liga y casi sin descanso, jugó con su selección autonómica varios torneos de exhibición por América y nada más terminar, se incorporó a la selección española. El final de este maratón competitivo coincidió con el inicio de la pretemporada de su equipo y él, jugador joven más destacado el año anterior y ya con la perspectiva de jugar con ficha profesional, no pudo tomarse ningún día libre.

Comenzada la liga, únicamente se llevaban jugadas 2 jornadas, su entrenador -debido a su bajo rendimiento- le tuvo que dar 2 semanas de vacaciones. Toda la prensa deportiva tituló en portada: “Pedro se va quemado”.

El agotamiento psicológico es una respuesta de estrés específica, que se da en situaciones donde el nivel de exigencia es muy alto y el deportista, para hacer frente a esta demanda, necesita realizar un sobreesfuerzo, físico y mental, de manera continuada. Al no tener periodos de descanso ni de desconexión, termina por agotarse mentalmente. Una de las consecuencias -además del bajo rendimiento-, es el mayor riesgo de estos deportistas a sufrir lesiones deportivas.

Precisamente, cuando el jugador regresó a los entrenamientos con su equipo tras los 15 días de descanso -en los que le costó mucho desconectar del fútbol- se lesionó en el primer partido de liga que disputó.

¿Juan o Pedro?

En la vorágine de la inmediatez seguramente todos admiraban a Pedro, su meteórica trayectoria y adaptación al alto rendimiento, y estaban convencidos de que Juan había cometido un grave error. Sin embargo, en la toma de decisiones de los deportistas hay otros matices y, sobre todo, una perspectiva temporal de más largo alcance que debe ser tenida en cuenta al valorar las opciones.

La lesión de Pedro trajo como resultado no ir convocado al siguiente torneo internacional con la selección y su hueco fue ocupado por un compañero que hizo un papel muy destacado -pérdida de rol-. Además, en el alto rendimiento ya no va a existir ninguna tregua para él, cuando se reincorpore a su equipo tendrá que saber gestionar situaciones muy estresantes: las altas expectativas, la presión externa de los medios de comunicación o la crítica de la afición y en las redes sociales cuando cometa errores.

Paradójicamente, a pesar de que todo alrededor de Pedro parecía resplandecer y únicamente había ganancia para él, no saber detenerse a tiempo o renunciar a algunas cosas también puede tener consecuencias negativas en el medio plazo.

Juan aunque con una cierta desilusión por no poder acudir a Qatar, aprovechó el tiempo para descansar y desconectar del fútbol. Cuando volvió le dijeron que le habían hecho ficha con el equipo de 1ª división y como comenzó jugando muy bien, el seleccionador le metió en la convocatoria de la selección española para la Club League Finals.

En perspectiva, la decisión inicial que parecía “suicida” para su carrera deportiva fue un acierto, dado que fue fruto de una estrategia muy meditada por el jugador y las personas que le asesoraban que nada le debía a la improvisación o la casualidad.

Acciones para evitar el agotamiento psicológico

Los deportistas deben aprender que el descanso forma parte del entrenamiento y que desconectar mentalmente de la actividad deportiva, es algo positivo e importante para su rendimiento.

El entorno de los deportistas.

Lo más relevante es ayudar a los deportistas a desconectar de su actividad, procurando realizar actividades o tener conversaciones que no giren únicamente alrededor del fútbol.

Entrenadores.

Deberían establecer periodos de descanso en la planificación deportiva y gestionar adecuadamente el pre partido y el postpartido, momentos de mayor estrés.

Terminando

Aunque no hay una trayectoria lineal en el acceso a la élite del deporte, como decía recientemente Carla Suárez en un artículo “las etapas hay que quemarlas a su debido tiempo” (ni antes ni después), no dejar que trayectorias mal gestionadas devoren a los deportistas con serios riesgos para su salud física y mental.

J. Enrique Rincón
Psicólogo experto en Psicología deportiva
www.andnneurosport.com
www.psicoaching.net
www.psicologiaparaentrenadores.com


Comparte en redes sociales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *