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Presumen los totalitarios de izquierdas, comunistas y demás familias marxistas leninistas de haber contribuido a la recuperación de la democracia en España. Nada más lejos de la realidad.

Para los totalitarios, fascistas y comunistas sin excepción, la democracia occidental avanzada, el régimen de libertades y derechos que poseemos, es un instrumento para sus objetivos, siendo el verdadero la revolución, fascista o comunista, que suponga la implantación de un estado que controle a las personas, que arruine su individualidad y agote la libertad, esa es su lucha CONSTANTE.

Por eso los comunistas no lucharon por la libertad y la democracia ni en 1934, ni en 1936, ni en 1939, ni contra la dictadura de Franco, ni en la transición, ni nunca en sitio alguno; ellos se emboscan y amparan en el sistema, indudablemente más permisivo en libertad que en dictadura fascista para sus intereses y van socavando poco a poco y de forma constante la estructura que sustenta la libertad, llámese Constitución, llámese separación de poderes, llámese prensa libre, vampirizando a los que a ellos se arriman desde las derechas o las izquierdas democráticas.

Pasó con el Partido Socialista y sus Juventudes y pasó con la CEDA y también con sus Juventudes, en el marco previo a la guerra civil y durante la misma en el siglo XX y sigue pasando en la actualidad porque la actuación es de manual, siendo el manual el de Lenin y su primer éxito la ruina del Zar Nicolás II en Rusia y luego del Gobierno Kerenski.

Esos que ahora dicen ser pioneros en la lucha por la libertad y la democracia en España, no tuvieron recelo alguno para, tras la firma del pacto germano-soviético de 1939, ampararlo, defenderlo y cumplirlo; los fascistas y los comunistas juntos acabaron con la libertad en Polonia y otros muchos países mientras los comunistas franceses boicoteaban la movilización y los españoles guardaban un silencio cómplice y asqueroso.

No cabe el engaño, el comunismo nunca lucha por la libertad y la democracia, sino en pos de la revolución y la dictadura, me río yo del proletariado, constituyendo una casta atroz y represiva. Los totalitarios de izquierda no son superiores moralmente a los totalitarios de derechas, sino iguales y no aguantan ni cinco minutos estas afirmaciones frente a los demócratas, los verdaderos demócratas de izquierdas o de derechas. Carecen de legitimidad moral o ética para intentar prevalecer en nada, tomen nota de ello para futuros debates.

Solo cabe esperar que los demócratas, de izquierdas y de derechas, dejen de hacer el “caldo gordo” a los totalitarios, de izquierdas y de derechas, con los que la permisividad debe ser cero; por lógica democrática y como consecuencia de una profunda percepción de la libertad de ideas y de pensamiento que hace posible su presencia en nuestra sociedad, dado que nosotros moriríamos porque ellos puedan seguir defendiendo sus ideas, mientras ellos no dudan en aplastar a quien a ellas se oponga.

¿A que esperan los demócratas de derechas y de izquierdas para terminar con esto? Pregunto solamente; nosotros no necesitamos golpes de estado. Los totalitarios sí.


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