Digital Extremadura
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Se cumplen 25 años de la puesta en servicio de la primera línea de alta velocidad en España entre Madrid y Sevilla, en ese año en el 1992 todos los españoles independientemente de donde viviéramos tuvimos la sensación que en un tiempo razonable contaríamos con una infraestructura de ese tipo, que garantiza una mejor movilidad de los ciudadanos, creando por donde pasa: riqueza, desarrollo y empleo.

En estos años hemos ido viendo como las distintas regiones iban contando con líneas ferroviarias de última generación, suponiendo una verdadera revolución, pero hay una Comunidad Autónoma en el oeste español que vive de espaldas al progreso ferroviario, que ha visto como se han incumplido una y otra vez los compromisos de la llegada del AVE a Extremadura, 2010, 2015, 2019, 2023… Ya nadie se atreve a dar una fecha para la llegada definitiva y completa de la alta velocidad a nuestra región.

En este tiempo he participado en debates con personas de otras regiones que justificaban la falta de alta velocidad en Extremadura, curiosamente las suyas ya disfrutan de ella hace mucho. Ante esto creo que hay varios argumentos irrebatibles para que Extremadura cuente con alta velocidad: todos los ciudadanos españoles independientemente de donde residamos tenemos que tener las mismas oportunidades y la falta de estas líneas ferroviarias está haciendo perder oportunidades a Extremadura e hipotecando el futuro de muchas generaciones, pero además hay que recordar que la línea de alta velocidad extremeña forma parte de uno de los corredores ferroviarios de personas y mercancías prioritario para Europa, el Corredor Atlántico, y dentro de los ramales que forman parte de este, el extremeño es el más importante al ser el que une las dos capitales ibéricas, Madrid y Lisboa.

Lo más grave no es que Extremadura no cuente todavía con alta velocidad, lo peor es que la línea ferroviaria actual no solo no ha ido mejorando sino que ha ido a peor con el paso de los años. Extremadura es la única región que no tiene un solo kilometro de línea electrificado, los tiempo de viaje han ido aumentando, cuenta con tramos en los que no se puede circular a más de 30 km/h, las averías y los retrasos son lo habitual,… entre otros muchos agravios.

Por todo esto los extremeños hemos abandonado nuestra actitud de resignación para reivindicar lo que es justo: un tren digno ya y la llegada de la alta velocidad en las mismas condiciones que tiene otras regiones. Por fin los extremeños nos hemos unido en esta lucha que en gran parte decidirá nuestro futuro y el de muchas generaciones, surgen plataformas y colectivos por todos puntos de la geografía extremeña para sumarse a esta reivindicación, las redes sociales se han convertido en el altavoz de los que a título individual quieren gritar para que se le escuche en toda España: que en Extremadura nos sentimos ciudadanos de segunda y queremos ser como el resto de los españoles, ciudadanos de primera con las mismas oportunidades.

El día 18 de noviembre tenemos una oportunidad para que se nos escuche a todos los extremeños alto y claro con una concentración en Madrid. Hay muchas formas de reivindicar y defender nuestras demandas, pero creo que la mejor de todas es mostrar que Extremadura ha cambiado mucho en estos años y que hace tiempo que dejó de ser esa región que algunos pintan, para ser una región con una universidad puntera, con centros de investigación referencia en su especialidad para el resto del mundo, empresas líderes en su sectores y jóvenes con alta cualificación. Pero con unas infraestructuras ferroviarias que están frenando nuestro desarrollo y poder competir con el resto con las mismas condiciones.

El autor es Diputado por Cáceres

Portavoz de Fomento del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso de los Diputados.


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