En la Asamblea de Extremadura, que es la casa de todos los extremeños, defendí ayer
una propuesta de impulso para pedir que se devuelva a los pensionistas extremeños el
dinero que han adelantado por el pago de los medicamentos hasta un máximo del 10%,
con un tope de ocho euros.
El 1 de julio del año pasado, entró en vigor esa medida recaudatoria por la que aquellas
pensionistas que no pagaban empezaban a hacerlo. Algo nuevo desde que se conoce la
existencia de la Seguridad Social.
Y desde el1 de agosto 463 medicamentos de uso muy frecuente dejan de ser financiados
por la Seguridad Social. Los laxantes, los antiinflamatorios, los mucolíticos deben ser
pagados por los ciudadanos.
Es evidente que el Gobierno de Extremadura ha metido la tijera en los bolsillos de los
pensionistas, pero además retienen con burdas maniobras el dinero que han adelantado
los enfermos. El dinero que adelantaron desde el uno de julio no se lo han devuelto
todavía, le han devuelto una pequeña parte, pero hay pensionistas, un ochenta por ciento,
a los que se les adeuda ciento cincuenta, trescientos, cincuenta euros.
En economías familiares que dependen de pensiones mínimas esto supone una cantidad
importante, porque no podemos olvidar, que hoy, en Extremadura, con 173.000
parados,es la pensión del abuelo lo que permite poner un plato caliente en la mesa. Hay
casas que tienen que elegir entre encender el brasero o pagar el agua. En la pensión del
abuelo se asienta la economía familiar.
Por esta razón hemos pedido los socialistas que se devuelva ya lo cobrado, que se
devuelva con intereses, que no pueden convertirse los pensionistas en los banqueros de
la Administración, y además hacerlo gratis.
Pero le pedimos más, y fácil de hacer, que pongan en marcha los mecanismos
informáticos, para que no tengan que adelantar ni un céntimo.
