El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Hacienda,Cristóbal Montoro, se han visto obligados en el Congreso a concretar sus planes para negar que el Ejecutivo vaya a subir el IVA, e incluso para comprometerse a que la próxima reforma fiscal incluirá rebajas en el IRPF para las clases medias y bajas.
El debate sobre la presión fiscal no se queda en el ámbito interno del PP después de que José María Aznar remache en cada comparecencia pública que es necesario defender a las clases medias y que es urgente reducir las administraciones en vez de subir impuestos. Tampoco en el ámbito regional con la iniciativa de José Antonio Monago de anunciar en Extremadura una mini rebaja en su tramo autonómico del IRPF.
El portavoz de CiU en la Cámara baja, Josep Antoni Duran, ha preguntado a Rajoy por las recomendaciones de la Unión Europea, entre ellas la dirigida a aumentar la recaudación fiscal por la vía de modificar las clasificaciones de bienes y servicios con el Impuesto sobre el Valor Añadido más reducido. El presidente del Gobierno ha respondido que su gabinete «no tiene intención» de aumentar la presión fiscal tocando el IVA y ha negado además que se lo estén exigiendo desde Bruselas.
Rajoy ha recordado que «las recomendaciones» de la UE son genéricas y las hacen los 27 estados miembros de la Unión «por decisión de los propios países». Después, ha preferido extenderse en explicar los retos a que se enfrenta España en la Conferencia Europea de los días 27 y 28 de este mes para destacar la importancia delograr que el Banco Europeo de Inversiones (BEI) «tome decisiones» para hacer llegar crédito a las pymes, cuestión fundamental para el crecimiento económico y el fomento del empleo.
Como otras de las ‘recomendaciones’ de Bruselas consisten en exigir planes nacionales para combatir el desempleo y una revisión del sistema de pensiones para garantizar su ‘sostenibilidad’ económica, Rajoy ha recordado que intenta negociar con los sindicatos y la patronal para «intentar mejorar» las Políticas Activas de Empleo y ha preferido dejar claro que no perjudicará a los pensionistas. «No ampliaremos la edad de jubilación, no la extenderemos más allá (de los 67 años a partir de 2027) y, siempre que podamos, seguiremos subiendo las pensiones», ha sentenciado.
Además de prometer que no subirá el IVA ni rebajará las pensiones y constatar el preacuerdo con Alfredo Pérez Rubalcaba sobre la posición del Gobierno ante el próximo Consejo Europeo, el Ejecutivo de Rajoy siguió con sus mensajes optimistas durante todo el pleno de control celebrado en el Congreso. También bajará el Impuesto sobre las Personas Físicas, aunque sin concretar la fecha sobre lo ya previsto (lo más tarde en 2015). Cristóbal Montoro ha afirmado que la reforma fiscal general que prepara el Gobierno supondrá una reducción de la fiscalidad para «los que menos rentas tienen y para las capas medias» de la sociedad.
El ministro de Hacienda ha añadido que esa rebaja de impuestos será posible en próximos ejercicios, entre otras cosas, porque a partir del próximo año se abre un escenario económico de crecimiento y aumento del empleo y también porque la Agencia Tributaria ha logrado que afloren bienes en el extranjero por valor de 87.300 millones de euros en bases imponibles, prácticamente el 9 por ciento del PIB, «que no hubiera sido posible sin la ley antifraude».
