El presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, ha señalado que «no se puede extrapolar» el resultado de las elecciones europeas de este domingo, 25 de mayo, al resultado de los comicios municipales y europeos de 2015 en la comunidad extremeña, «pero es indicativo».
Monago ha apuntado que en cualquier caso, el partido que gane las europeas de este domingo «saldrá mucho más animado», en una entrevista en el programa ‘Primera Hora’ de Canal Extremadura Radio, recogida por Europa Press
Ha recordado que el PP «no ha ganado nunca las europeas en Extremadura», y si este domingo las ganara sería «una ayuda, pero no nos llenan las elecciones autonómicas de votos lo que pase en las europeas, o lo que pase en las generales».
Sobre la importancia de Europa, Monago ha explicado que asuntos como las infraestructuras o la alta velocidad «cuenta con fondos europeos», aunque ha reconocido que «no se conoce muy bien la importancia, probablemente no la hemos explicado o no ha interesado tampoco saber la importancia que tiene».
En el caso de Extremadura, el presidente extremeño ha señalado que «en cada esquina, en cada pueblo» está «la presencia de la importancia de la Unión Europea».
Por otra parte, y sobre el documento que debe presentar el Gobierno de Extremadura en los próximos meses sobre en qué prevé invertir los fondos europeos del Programa Operativo, Monago ha señalado que se ha realizado un «proceso de trabajo conjunto con la sociedad extremeña» para «definir cómo vamos a emplear esa gran cantidad de dinero en nuestra CCAA».
El objetivo de ese proceso de participación era decidir «¿qué queremos hacer en Extremadura y cómo queremos especializar a Extremadura?», y a partir de ahí presentar esas propuestas en la Unión Europea, de acuerdo a una serie de «fortalezas» que a su juicio tiene la región, y que pasan por el campo, el turismo, las energías renovables o las ciencias de la salud.
«A eso vamos a centrar los fondos europeos», ha avanzado el presidente extremeño, quien ha destacado la necesidad de «innovar», ya que «Europa no quiere ya tanto ladrillo», sino que apuesta por diferenciarse de otras economías del mundo «haciendo nuevos productos y nuevos servicios de cara al exterior».
