El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Cáceres ha desmantelado, en la operación denominada ‘Taramas’, a un grupo que traficaba con trofeos de caza y ha recuperado un total de 1.500 kilos de astas de ciervo y gamo que eran vendidas de manera ilegal.
En total, han sido 13 las personas imputadas, 12 de ellas cacereñas y todas hombres, por tráfico ilegal de cuernas de ciervo, por delitos de hurto, receptación, usurpación del estado civil y falsedad documental.
Mediante esta operación, se han realizado 15 inspecciones en locales y establecimientos en los que se han inmovilizado un total de 1.500 kilogramos de desmogues de ciervo y gamo; 500 trofeos procedentes de acciones de caza, entre los que se contabilizaban 350 ciervos; 50 jabalíes; 20 corzos; diez gamos y otras especies cinegéticas como la cabra montés o el íbice, entre otras.
Además, la Guardia Civil ha precintado en Valencia de Alcántara un almacén de una nave en cuyo interior había una gran cantidad de trofeos en distinto estado de conservación y de difícil trazabilidad y diversa documentación. También fueron localizados 12 trofeos procedentes de Portugal, que habían sido introducidos en España sin cumplir la normativa comunitaria.
INCURSIONES FURTIVAS
La operación dio comienzo el pasado mes de marzo, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento, a través de distintos titulares de cotos de caza, de un aumento de incursiones furtivas en fincas de la provincia de Cáceres, con el fin de recoger la cornamenta de los animales y posteriormente traficar ilegalmente con ellas.
Tras las primeras averiguaciones, los agentes centraron su investigación en un grupo de personas que de forma habitual habían sido sorprendidas en fincas recogiendo cornamentas sin autorización de los titulares.
Una vez identificados los miembros de este grupo, se comprobó que se trasladaban a fincas cacereñas y pacenses para recoger las cuernas y venderlas, llegando a superar en algunas ocasiones transacciones de 7.000 euros.
Posteriormente, la Guardia Civil imputó a un total de 13 personas en Valencia de Alcántara, Cáceres, Coria y Guadalupe, así como en Mejorada del Campo (Madrid), como presuntos autores.
Entre los imputados, figuran los que accedían a las propiedades y recogían de forma ilegal las cuernas, los que participaban en el proceso de compra-venta y los que confeccionaban documentos falsos para justificar dichas actividades.
Los agentes han podido constatar en que en un mes y medio había operaciones comerciales superiores a los 100.000 euros. Además, cabe reseñar que la recolección de los desmogues comienza durante el mes de marzo, con la caída de los cuernos de los animales y suele concluir en los primeros meses de verano.
DEMANDA DE PAÍSES ASIÁTICOS
Según ha informado la delegada del Gobierno de Extremadura en funciones, Pilar Nogales, existe una gran demanda de astas de ciervo y gamos en países asiáticos, fundamentalmente, para su uso en la medicina tradicional y en decoración. «Se trata de un aprovechamiento que está adquiriendo su importancia económica reseñable en los últimos años, dando por ello lugar a la aparición de redes de comercio ilegal».
Estas acciones, ha añadido “ocasionan un grave perjuicio económico, ya que el hurto de las astas de los animales disminuye de una manera considerable los ingresos de las fincas e impide conocer la evolución de las poblaciones de las especies en estos espacios».
El teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres, Laureano Martín, ha informado que es el mayor alijo hasta la fecha que se ha incautado en la región extremeña. Sobre este tipo de acciones, Martín ha resaltado que están «en auge» por la demanda de los países asiáticos ya que estas cornamentas tiene un rico contenido en calcio.
Todos los imputados se encuentran en libertad con cargos y entre ellos hay algún taxidermista, es decir, aquellas personas que se encargan de disecar a los animales.
Para la operación, «ha habido una estrecha colaboración con otras administraciones y con Portugal», ha concluido Martín.
