Digital Extremadura

SOBRE CUENTOS Y CUENTAS

OPINIÓN
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De pequeños nos encantaban los cuentos. De mayores nos gustan o nos disgustan las cuentas, todo según lo que tengamos ahorrado en la cartilla o la financiación que hagamos a plazo de los bienes de consumo que necesitamos. El cuento de la buena pepita da paso inexorablemente a las cuentas y por muchos que digan los de la izquierda o los de la derecha, la verdad es que nos vemos asfixiados para llegar a final de mes, cuando hace unos años, con los Gobiernos de Felipe González y en especial con el de José María Aznar el dinero fluía y se gastaba de igual modo pero con distinta alegría. Hemos pasado de la abundancia  a una crisis brutal de la que Mariano Rajoy asegura que estamos saliendo, pero por muchos indicadores macroeconómicos que nos pongan delante de los ojos, lo vemos todo borroso.

 

 

Cuentos y cuentas también son los que se traen entre sí los políticos en plena precampaña electoral. Con motivo de su reunión con socialistas portugueses en Badajoz, el líder del PSOE hasta que se celebren primarias a las que optará Pedro Sánchez, se daba este fin de semana una vuelta por Extremadura, siendo acogido con las puertas abiertas como hace siempre el pueblo extremeño. El viernes 6 en Plasencia soltaba unas perlas para abrir informativos, indicando que “Extremadura huele a cambio, tiene hambre de cambio y de recuperar muchos de los derechos robados por el Gobierno extremeño y el Gobierno de España”. Le acompañaban en la capital del Jerte el secretario general socialista de la región y candidato a la Presidencia de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y el candidato a la Alcaldía de Plasencia por el PSOE, David Núñez y la ex diputada nacional Inés María Rodríguez Díaz.

 

 

Pero hete aquí que el mismo  viernes se celebraba en Cáceres un almuerzo  del Partido Popular, al  que asistía el presidente de la Junta, José Antonio Monago Terraza. Herido cuál jabalí por lo dicho por el socialista Sánchez, Monago le espetó: “Tú eres el que te has vuelto a perder con el GPS. Esto es Extremadura y no Andalucía” y si bien reconocía que quedaba mucho por hacer, solicitaba a todos los afiliados que cuenten “lo que entre todos hemos conseguido, que no es otra cosa que transformar la región en una nueva Extremadura”. El presidente quedaba claro que Extremadura no es Andalucía y que ahora el motor del sur de España lo protagonizan los extremeños y no los andaluces con el paro y la corrupción que día a día se encarga de sacar a flote la jueza Alaya.

 

 

El turno de réplica llegaría para Pedro Sánchez el sábado en Badajoz, en el Palacio de Cristal del Hotel Río abarrotado por militantes y simpatizantes socialistas, quien le decía muy clarito a Monago que se dejase de cuentos, que ya estaba crecidito, y mostrase las cuentas tal y como se había comprometido.

 

 

Y es que, ciertamente, en el debe de la gestión del presidente Monago Terraza está el apartado económico. Extremadura sobresale en muchos aspectos, incluso en el patrocinio de grupos musicales en plena época de crisis, pero se hace todo a base de tirar de chequera y esto no es positivo ya que se está hipotecando al futuro Gobierno que salga de las urnas el 24 de mayo, que muy probablemente vuelva a presidir él, y a las generaciones venideras. En estos momentos, son ya más de 4.000 los millones de euros que debe la Hacienda extremeña, una cuarta parte a proveedores, y aunque se quiera decir que un monto importante proviene del Fondo de Liquidez Autonómico bueno, es decir, que no hay que pagar intereses, lo cierto y verdad es que son rémoras para el futuro.

 

 

Pero lo sucedido este fin de semana viene a decirnos que nuestros políticos están en forma para lo que se les eche y que a pesar de las concepciones distintas de ver Extremadura hay poso para seguir litigando por una región que siempre ha estado a la cola del resto del país. Algo se ha debido producir en los últimos doce u ocho años para acá, que los extremeños sacamos orgullo y nos envalentonamos cuando se trata de defender a nuestra tierra. Y esto es positivo, pues bien mirado, todo lo que sea la defensa a ultranza del terruño es bienvenido por éstos.

 

 

Otra cosa bien distinta son los enfrentados modelos de gestión que se palpan y se plasman en los programas electorales. El del PP aún se desconoce y del PSOE conocemos las primeras sesenta medidas que Guillermo Fernández Vara llevará a efecto en seis meses y, de fallar, se irá a su casa. No era preciso tanto dramatismo pero ahí está su compromiso, firmado ante notario y a la espera que se pronuncien los extremeños. Me da a mí que esta va a ser una campaña electoral larga, muy muy larga, donde se contarán muchos cuentos que habrá que aprenderse para que luego salgan las cuentas, que también tendremos que ir echando a diario. ¿Quieres que te cuente el cuento de la buena pepita?… Mejor en otro momento, que por ahora he tenido suficiente.

 


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