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LA CARA OCULTA DE LA LUNA ( DE VALENCIA )

OPINIÓN
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[Img #41543]Alguien debiera preguntarle, al gobierno del Ayuntamiento, por sus compromisos con Cáceres Capital Gastronómica, más allá de las poses en las fotos y todo eso. Alguien debiera interesarse por el presupuesto concertado con las otras instituciones y finalmente destinado a tal fin. Alguien, conocedor de cómo funcionan estas cosas. También, cómo transcurrió FITUR, por ejemplo, y la patatera que se ofreció y las ruedas de prensa que se dieron en un stand que han enseñado las fotos. Alguien interesarse por el presupuesto previsto por la Diputación para estos menesteres. Incluso algún curioso pudiera otear si los trabajadores de la citada Cáceres, Capital Gastronómica están ya en la Oficina que el otro día «inauguró» Elena Nevado.

 

Paseo por varias zonas céntricas de la ciudad. Ya no discuto si son más (o menos) adecuadas las obras, las reformas. He aprendido que todo lo público parece depender del cristal con el que se mire. Hoy, los que gobiernan utilizan aquellos argumentos que tanto nos rebatieron a otros, imagino que por ocupar el otro lado del espejo. Lo que me sigue sorprendiendo es que la ciudadanía fluctúa entre el pasotismo y la resignación o el cabreo. No hay términos medios. Y están cuidadosamente separados.

 

Y aún me sorprenden más las habilidades de algunos para complicar la vida ciudadana. Como no hay claves ni indicaciones de la última decisión tomada por el jefe de turno, uno puede tener que dar una vuelta completa, y hacia atrás, a una manzana de casas, para llegarse a donde tiene que ir. Caminar hacia el fondo y volver, si quieres entrar en algún establecimiento de las calles afectadas. O cruzar bajo cintas disuasorias, puestas con tal acierto, que de pronto te dejan metida en un corralito del que no puedes evadirte. Y entonces es cuando la gente se salta las reglas y se ve ridícula. Y maldice, porque el agente del orden le prescribe (pongamos por caso) bajar hasta la mitad, hacia abajo, de la Avenida de Virgen de la Montaña, para volver a subir por ella si hay que llegarse a la Cruz de los Caídos.

 

Leo en la prensa que somos una de las ciudades españolas donde mejor se vive y me reafirmo en que tal afirmación debe depender (sin duda) de los criterios utilizados. Y de cómo se viva en las otras, claro. Aunque a muchos les valga la clasificación, todos sabemos de las carencias generales. También que una ciudad no debe ser válida solo para determinados sectores poblacionales. Pregunten ustedes al universitario y verán lo que les dice…

 

Llegados a este punto, recuerdo la anécdota que le ocurrió a un amigo mío, madrileño. Se había ofrecido a traerme unas cajas, procedentes de mi trabajo durante cuatro años en el Congreso. Era verano y le indiqué un parking donde dejar el coche, durante un rato, antes de descargarlas en mi casa. El parking estaba y está en Cánovas (bien es verdad que no demasiado señalizado) y en aquel momento era el único que funcionaba en la ciudad. No lo encontró, aunque diera varias vueltas, así que decidió preguntar por el mismo a unos viandantes. «En Cánovas no hay ninguno» -le contestaron- .Y como él insistiera, uno de ellos le gritó, desabrido: » A mi me va usted a decir si hay parking o no, siendo como soy de toda la vida de Cáceres…».

 

Pero el parking estaba allí. Aún está.


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