acehuche
Comparte en redes sociales

Estimados compatriotas. En 1816 nació un acehucheño llamado Félix Juan Lucas Marcos, el cual, cuando fuese, se casó con Ildefonsa Pulido, que tenía un hermano llamado Joaquín (No tengo ni idea de qué fue de él, pero sí que se casó con una señorita llamada María Antonia Pérez). Bien, volvamos a Félix Juan y a Ildefonsa. Tuvieron un hijo al que llamaron Valentín, o sea, Valentín Lucas Pulido, que nació en 1834. Este Valentín Lucas se casó con Dionisia Fernández, ¿cuándo? No lo sé; pero sí que tuvieron una hija, que se llamó María de los Santos Lucas Fernández, que nació en 1866 y se casó con Alejandro Hurtado Jiménez, que había nacido en 1862. Es decir, que ya tengo aquí a mis bisabuelos Alejandro y María de los Santos. Estos dos tuvieron cuatro hijos: Ignacia, Encarna Pedro y Valentín Hurtado Lucas. ¿No los habéis conocido, verdad? Yo sí. Bueno, a Ignacia no, que murió joven y yo no había nacido; pero mucho a Encarna, que era mi abuela materna, la cual se casó con Salvador Muñoz (mi abuelo materno, al que no conocí) y tuvieron tres hijos: Felipe, Juliana (mi madre) y Alejandro Muñoz Hurtado. A mi tío-abuelo Valentín lo conocí menos de lo que hubiera querido, porque murió allá por los sesenta; se casó con Justina Solana y tuvieron cuatro hijos: Ignacia, Justa, Valentín y Doro Hurtado Solana, todos vivitos y coleando aún, gracias a Dios. A mi tío-abuelo Pedro Hurtado lo conocí, y mucho; casose con Josefa Valle y tuvo un hijo: Gabino Hurtado Valle. A éste sí que lo  habéis conocido, ¿verdad? Murió hace algunos años, es el abuelo de Manute, primo de mi madre y gran colega y amigo mío con el que compartí muchísimos conocimientos e hicimos un libro sobre Acehúche que tal vez conozcáis. ¿A qué viene todo esto? A una anécdota de la vida. Tanto confinamiento hace que uno deambule por sus libros y se encuentre, de vez en cuando, papeles olvidados. He ahí uno que alguna vez me envió el susodicho Gabino: Ancestros comunes. Cuidaos y que salgáis indemnes de la maldita peste que nos asola y acecha.

Salvador Calvo Muñoz Moronta Hurtado Hernández Jiménez Rodríguez Lucas.


Comparte en redes sociales

Un comentario

  1. ¡Qué fuerte! (como dicen ahora) querido Salvatore. Acabo de encontrarte de nuevo, y de leerte. Yo también llegué a conocer a tu madre y creo que incluso a tío Pedro (muchos años han pasado). Sin embargo, no llegué a conocer a mi abuelo Valentín. Una pena. Doro ya no está. Otra pena gorda. Mucha nostalgia. Un fuerte abrazo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *