LAS ANTÍFONAS DE LA O
Hace algunos días celebramos la Nochebuena, pero los días previos a esta fecha tan sumamente especial, se prepara el corazón de una manera especial, y es que, a partir del diecisiete de diciembre, a falta de ocho días de la Natividad del Señor, en la antífona del Magnificat de la oración de vísperas se proclama una apelación, diferente cada día, con diferentes calificativos que recibe Cristo Salvador. Son títulos tomados del Antiguo Testamento pero que ahora se entienden desde el Nuevo Testamento. Estas son las antífonas, llamadas “de la o” por su comienzo:
Día 17: Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo, abarcando del uno al otro confín y ordenándolo todo con firmeza y suavidad, ¡ven y muéstranos el camino de la salvación!
Día 18: Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley, ¡ven a librarnos con el poder de tu brazo!
Día 19: Oh Renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones, ¡ven a librarnos, no tardes más!
Día 20: Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel, que abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie puede abrir, ¡ven y libra los cautivos que viven en tinieblas y en sombra de muerte!
Día 21: Oh Sol que naces de lo alto, Resplandor de la Luz Eterna, Sol de justicia, ¡ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte!
Día 22: Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo, ¡ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra!
Día 23: Oh Emmanuel, Rey y Legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos, ¡ven a salvarnos, Señor Dios nuestro!
Si se leen en sentido inverso las iniciales de las palabras latinas de cada título (Sapientia, Adonai, Radix, Clavis, Oriens, Rex y Emmanuel) resulta el acrónimo ERO CRAS, que significa “estaré mañana”. Este acrónimo se completaría al rezarse la antífona del día veintitrés, luego queda patente el anuncio de la gran llegada que tiene lugar al día siguiente a la noche.
