Regadío

DOS DÉCADAS DE MODERNIZACIÓN DE REGADÍOS EN EXTREMADURA

OPINIÓNCAMPO
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Desde 1992 a 1995 Extremadura y buena parte de España padecieron una grave sequía, que en alguna de las campañas llegó a impedir los riegos en la región. En 1996 las abundantes lluvias comenzaron a resolver el problema, pero en los regantes y en la administración la sequía había dejado una huella profunda. La perspectiva de un nuevo período seco llevó a la administración autonómica y también a la central a plantearse la necesidad de modernizar las zonas regables para mejorar la eficiencia del riego y ahorrar agua.

RegadíoComo el firmante ocupaba desde finales de 1996 la jefatura del Servicio de Ordenación de Regadíos de la Consejería de Agricultura le cupo la tarea de diseñar con su equipo de funcionarios adscrito al mismo una serie de medidas para poner en marcha el proceso de modernización de las zonas regables extremeñas.

Desde el principio se contó con la participación y la opinión de las Comunidades de Regantes que son instituciones cuya colaboración e intervención eran fundamentales para que el proceso de modernización se implantara con éxito.

Cuatro medidas, que comenzaron su andadura en 1998, constituyeron la base de la modernización. Medidas que siguen vigentes en la actualidad. Fueron:

  • Decreto de ayudas a las Comunidades de Regantes para mejorar las redes de distribución de su competencia.
  • Decreto de ayudas a las explotaciones agrarias para mejora de la eficiencia del riego en parcela responsabilidad del regante.
  • Red de Asesoramiento al Regante de Extremadura (REDAREX). Red de 37 estaciones agroclimáticas para medir los parámetros que determinan las dosis de riego de modo que el regante aporte a los cultivos el agua justa que necesitan.
  • Red de Control de la Calidad del Agua de Riego en Extremadura (REDAREX). Red de puntos de control para controlar la calidad del agua de riego a la entrada y salida de las zonas regables y la contaminación difusa por nitratos.

Estas medidas se completaron con la realización de una serie de Asistencias Técnicas para el estudio de la situación y poder fijar las líneas a seguir en la modernización en las zonas regables estatales de Extremadura.

El proceso de modernización ha contado también con la significativa participación de la SEIASA (Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias, S.A.) que ha llevado a cabo importantes inversiones de modernización en la región en las dos últimas décadas. Y también con la actuación de Tragsa y Tragsatec en la implementación del programa REDAREX y en la ejecución de algunas obras.

La Consejería de Agricultura de la Junta de Extremadura a través de la Secretaría de Desarrollo Rural ha confeccionado un amplio informe sobre los objetivos alcanzados en estas dos décadas de actuaciones de modernización en nuestros regadíos. Se ha presentado el documento en el transcurso de un desayuno de trabajo celebrado en Mérida hace unos días. Y la verdad es que puede hablarse de un éxito rotundo.

Las cifras invertidas hablan por sí solas. En los Decretos de Ayudas de la Junta de Extremadura se han invertido más de 105 Millones de Euros; SEIASA ha invertido más de 129,6 Millones de Euros y en Obras directas ejecutadas por la Junta se han invertido más de 27,6 Millones de Euros. En total más de 262,3 Millones de Euros. Unas cifras muy importantes.

Los resultados obtenidos dan cuenta de los decisivos objetivos alcanzados por el programa. En el año 2002 Extremadura tenía un 15 % menos que la media nacional en riego por goteo (riego localizado de alta eficiencia), en 2018 en Extremadura se riega por riego localizado el 53,44 % de su superficie regable frente al 51,78 % nacional: casi un 2 % más. Esto se ha traducido en que en Extremadura se ha reducido en este período la utilización media de agua de riego en 1.202,8 m3/ha mientras que es España la reducción media ha sido de 1.107,2 m3/ha.

Como puede apreciarse son cifras significativas que denotan el interés de los regantes y de sus Comunidades por ahorrar agua y alcanzar un regadío sostenible desde el punto de vista del recurso, así como la buena posición obtenida por Extremadura en el contexto nacional relativo a la modernización de regadíos.

No ha de olvidarse la significativa participación de los regantes en la financiación del programa. Aunque han existido ayudas de la administración, los regantes han aportado cantidades muy importantes para costear las mejoras acometidas. Han comprendido que sin modernización sus regadíos quedarían obsoletos en un breve espacio de tiempo. Y no han dudado en invertir en su mejora.

Los nuevos retos de la modernización se dirigen ahora a aumentar la eficiencia energética, además de seguir mejorando la eficiencia en el uso del agua. Nuevos decretos de ayudas así lo recogen. El cambio climático nos lleva a la conveniencia de utilizar instalaciones de energías renovables no contaminantes para dotar de electricidad a las instalaciones de bombeo en el riego presurizado. Estamos en una nueva trayectoria para la modernización.

Como conclusión estimo que el mundo del regadío ha elegido el camino acertado: conseguir unos regadíos sostenibles que puedan seguir cumpliendo su función de asegurar el abastecimiento alimentario de las poblaciones, fijar la población en el territorio, mejorar la calidad de las producciones y elevar las rentas de los agricultores.


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