Los locales se enfrentan a multas desde 30.001 euros
El Ayuntamiento de Cáceres ha ordenado precintar este fin de semana dos establecimientos de ocio nocturno de la Plaza de Albatros de La Madrila y ha propuesto para sanción a otro en la calle Pizarro por no cumplir las medidas sanitarias. Los locales fueron inspeccionados por el Grupo Especial de Seguridad (GES) de la Policía Local qué comprobó que no se estaban cumpliendo los horarios ni las medidas de seguridad impuestas por la situación de pandemia que vivimos actualmente.
En La Madrila, el primer bar fue sancionado la noche del sábado pasadas las doce de la noche, cuando los agentes comprobaron que a pesar de que la puerta principal se encontraba cerrada y con las luces apagadas se escuchaba música, por lo que procedieron a realizar una inspección. Una vez en el interior, comprobaron que la actividad de ocio se estaba desarrollando con más de 60 personas en el interior.
Según el informe de la Policía Local se incumplía la distancia de un metro y medio entre las mesas, también entre los grupos de clientes e incluso no se estaba realizando la obligatoria limpieza y desinfección del local y de los baños. No existía un itinerario marcado de entrada y salida con el agravante de que se estaba utilizando la pista para bailar. Además, nadie en el establecimiento portaba mascarilla. Asimismo, las salidas de emergencia y los accesos a la puerta principal estaban bloqueados.
El segundo local sancionado, que será precintado, presentaba la puerta principal cerrada, pero mantenía abierta una lateral en la que un portero dejaba entrar y salir a la clientela a la 01:10 horas, no estando permitido hacerlo a partir de las 00.00. Al entrar en el establecimiento la Policía observó a unas 50 personas consumiendo sin tener en cuenta ninguna de las obligaciones sanitarias. Las sanciones a las que se enfrentan sendos locales son multas desde 30.001 euros incluso el cierre del establecimiento hasta un tiempo máximo de tres años.
Por otra parte, el tercer local inspeccionado, en este caso en la calle Pizarro, no será precintado pero sí propuesto para sanción tanto económicamente como con reducción de horarios durante los días sucesivos. En el momento de la inspección del GES, el bar tenía un aforo de 30 personas más del permitido, ya que no disponía de un control de acceso de personas en la puerta de entrada.
El concejal de Seguridad del consistorio cacereño, Andrés Licerán, ha recordado que ya se advirtió de que «en esta ciudad íbamos a mostrar tolerancia cero ante los incumplimientos sanitarios que pusieran en riesgo la salud de las personas” y que “las fiestas Navideñas lejos de animarnos a subir un poco la mano ante estas situaciones nos iban a mantener más alerta que nunca”.
