Sánchez, que agradeció a la Fundación Loewe su «profunda preocupación por el cultivo de la poesía en nuestra era», se mostró emocionado y subió al estrado para intentar desgranar lo que significa el premio y los dos años de trabajo que dedicó al libro: «Creo que mi intencionalidad desvela una forma humanista de entender la poesía«, confesó. Y continuó: «En He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes hay un poeta que respeta la naturaleza y el entorno sin cortapisas. Al final, mi poesía no es más que el último trozo de una cuerda larga a la que también contribuyeron algunos de los poetas presentes a los que tanto admiro. Se trata de un libro de meditación que podría ser perfectamente el breviario de un contemplativo».
Antes de Sánchez, Piedad Bonnet justificó el galardón mezclando sus propias palabras con los escritos del poeta cacereño: «Los méritos de este escritor pasan por su gran unidad y consistencia para dotar a sus palabras de un aliento místico a la vez que inspira recelo y desconfianza. Su mirada, como la de los ilustres, destila humildad y fulgor en la creación, porque no estamos hablando de un iluminado, si no de un artesano de la palabra». La escritora colombiana celebró el premio con una última frase: «Basilio tantea con palabras lo que es música para dar con una celebración tenaz de lo que existe».
Además, el tradicional Premio a la Creación Joven quedó desierto, siendo la primera vez que ocurre desde 2012, año en el que Atenas de Juan Vicente Piqueras se alzó con el Loewe. Tanto esta decisión como la de declarar vencedor a Sánchez fueron anunciadas por el presidente del jurado, García de la Concha, abriendo el sobre certificado ante notario.
Con el galardón, Sánchez se une así a una lista de ilustres que empezó a conformar Juan Luis Panero en su primera edición y que han engrosado otros como Felipe Benítez Reyes, Cristina Peri Rossi, Antonio Lucas o Ben Clark, que ganó el año pasado.
El Premio Internacional de Poesía Loewe está dotado con 25.000 euros.
Fuente: The Worlds News.
