Los Presupuestos Generales del Estado para este año han iniciado su tramitación parlamentaria y vuelven a dar la espalda a Extremadura, poniendo de manifiesto que el gobierno central nos considera poco, y sobre todo que no está dispuesto a hacer sobreesfuerzos inversores, bajo la cobertura de una diferenciación positiva, que estaría más que justificada si se asume y reconoce la caótica situación de esta comunidad en infraestructuras, empleo, demografía, y renta per cápita. Esto es lo relevante y el fondo del asunto, más allá de que se haya reducido el porcentaje con respecto al año anterior, que se hayan olvidado del compromiso de la plataforma logística, del centro de referencia para energías renovables, de la autovía hacía el levante, y de que el proyectado AVE, se haya quedado en un tren rápido entre Badajoz Plasencia.
Todas las regiones que no son afines al gobierno del PP manifiestan descontentos similares, pero la realidad es que en algunas tenemos más razones para quejarnos, y más argumentos para exigir que no se nos quite lo que ni siquiera tenemos. Esperemos que todos los diputados y diputadas extremeñas, independientemente de su afiliación política no voten a favor de unos presupuestos que no consideren la diferenciación positiva que necesita Extremadura.
