A pesar de que el Ministerio del Interior anunció hace unos meses que la plantilla de la Guardia Civil había alcanzado su máximo histórico con 81.955 agentes en 2023, la realidad parece ser diferente. Según Independientes de la Guardia Civil (IGC), la institución sigue necesitando más agentes.
IGC ha estado denunciando la falta de efectivos en la Guardia Civil, especialmente en provincias como Burgos, Soria o Teruel. Aunque los números oficiales indican un aumento en la plantilla, la percepción interna es que aún faltan agentes.
La creación de nuevos equipos, como los arroba o equipos viogen, ha restado efectivos de las unidades de seguridad ciudadana (puestos), donde la plantilla ya estaba ajustada al máximo. Según IGC, la realidad en las zonas rurales es que la plantilla está “bajo máximos”, considerando el máximo de agentes y el mínimo de potencial de servicio disponible real.
IGC apoya la creación de nuevas unidades o equipos para mejorar la seguridad de los ciudadanos, pero no a costa de quitar agentes de otras unidades que ya están al límite. Además, señalan que los agentes destinados en estos equipos bloquean la vacante de su unidad, lo que hace imposible que otro agente pueda llenar ese hueco.
Al comparar el crecimiento de la plantilla de la Guardia Civil con la de la Policía Nacional, se observa una diferencia significativa. Mientras que la Policía Nacional ha aumentado su plantilla en un 47,55% entre 2006 y 2023, la Guardia Civil solo ha visto un aumento del 30,39%.
IGC solicita un incremento urgente de agentes en la Guardia Civil, ya que se prevé que en los próximos años habrá un gran número de jubilaciones, lo que podría agravar la actual insuficiencia de agentes y suponer un grave problema para la seguridad de las zonas protegidas por la Benemérita.
