Una presidenta emocionada pero a la vez serena y firme, ha tomado posesión de su cargo en el Museo Nacional de Arte Romano. Un lugar histórico para un día histórico y para una presidenta histórica: María Guardiola Martín.
Ha sido un acto sencillo, austero y pleno de mensajes tanto poéticos como prosaicos pero ante todo muy extremeños tanto por el presidente saliente, Fernández Vara como por la ya efectiva, una vez que ha jurado el cargo ante la Constitución, Guardiola Martín.
Lunes, 17 de julio de 2023, siete de la tarde y 33 minutos, festividad de San Alejo de Roma o San Alejo el mendigo. Suena el himno de España, se lee el Real Decreto de nombramiento de la presidenta de la junta de Extremadura, cuarta dirigente, primera mujer y además, por primera vez, de Cáceres, por parte de la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín, juramento del cargo por María Guardiola, palabras de Fernández Vara, de cariño y de bienvenida, más bien de entrañable y cortés recibimiento a su rival pero estimada sucesora, y finalmente el discurso de toma de posesión de una política que hace un año era una auténtica desconocida pero que ahora, al igual que su homónima y compañera de partido, la madrileña Isabel Díaz Ayuso, protagonista mediática nacional por sus palabras y personalidad indiscutibles, al margen el por qué de todos conocido, preámbulo o leitmotiv de un acuerdo con quien le va a acompañar en la legislatura, ya comenzada, en una singular andadura, desconocida por estos lares, ya que Guardiola va a gobernar Extremadura en coalición con VOX, porque 33 son más que 32, los votos que necesitó para poner en marcha un proyecto de 10 ejes y 60 puntos en un acuerdo histórico por parte del ala conservador extremeño.
Además del capítulo dedicado a los agradecimientos, madre, hijos, familia en general, compañeros, partido y amigos, María Guardiola Martin ha ido desgranando durante 14 minutos una serie de frases llenas de contenido netamente extremeño y de promesa de trabajo, en unos momentos que tanto necesita esta tierra que se vuelque en ella toda la gestión posible para que vaya posicionándose donde realmente merece, enfatizando en que la región necesita de un mandato conciliador, desde una sede con zaguán donde el aire corra y las puertas estén abiertas a todos, » se acabaron las moquetas y el boato, quiero puertas abiertas y luz intensa», ha remarcado para añadir que » no vamos a aplazar lo urgente ni desatender a las familias, porque creemos que esta región crezca «, u otra afirmación de un estilo que empieza a marcar impronta «antes que nada yo soy extremeña y llevo a esta tierra en mi amor y en mi verdad», para entre otros considerandos afirmar lo que tiene como orgullo que exhala siempre que habla, y para finalizar señalar que » la política no es otra cosa que conocer los problemas y tener el arrojo de solucionarlos», amén de acordarse de los jóvenes y los extremeños de la diáspora » Extremadura siempre será suya «, y rematar sus palabras con el título de esta crónica de urgencia: » Ya solo toca trabajar, trabajar y trabajar».
Como en todo acto formal, institucional y extremeño que se precie, se ha cerrado con la interpretación del Himno de Extremadura.
Los saludos, abrazos y besos con la sonrisa permanente de la presidenta de la Junta de Extremadura, han adornado el ambiente final del Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, con más de quinientos asistentes de la sociedad extremeña.
