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Ocho detenidos por tráfico de drogas en Valencia de Alcántara

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Esta operación, denominada ‘Ishtar’, se ha llevado a cabo por agentes pertenecientes al Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres, en colaboración con el Juzgado de Instrucción 1 de Valencia de Alcántara, y los detenidos están acusados de los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y trata de seres humanos con fines de explotación sexual.

Según informa la Guardia Civil en nota de prensa, las investigaciones se iniciaron en marzo de 2017, cuando los agentes obtuvieron información sobre la existencia de al menos un importante punto de venta de drogas en un club de alterne situado en las proximidades a Valencia de Alcántara.

En un principio, esta actividad delictiva de tráfico de drogas era desarrollada por el responsable del establecimiento, un vecino de la localidad de 48 años, que «utilizaba la actividad del club para enmascarar el punto de venta de drogas que tenía allí establecido», mientras que al frente del negocio había una mujer de nacionalidad rumana que participaba «activamente en todas las acciones delictivas».

Este punto de venta de drogas era visitado por vecinos de la localidad, de otras próximas y de algunas portuguesas, quienes «se personaban en el club y permanecían un corto espacio de tiempo», un comportamiento que llevó a los investigadores de la Guardia Civil a destacar que el desplazamiento hasta el club «no era otro que la adquisición de algún tipo de droga».

Estos desplazamientos que se producían incluso cuando el establecimiento permanecía cerrado, lo cual sumado a los antecedentes por tráfico y consumo de drogas del propietario del club y de las personas que asiduamente lo visitaban, evidenció que «el único propósito era comprar drogas», explica la Guardia Civil.

TRAFICABAN TAMBIÉN AL MENUDEO

A lo largo de la investigación, la Guardia Civil pudo constatar como algunas de las personas que visitaban el club «compraban mayores cantidades de drogas, para posteriormente traficar con estas sustancias en sus lugares de residencia mediante el menudeo», por lo que los agentes identificaron otros tres puntos activos de venta de drogas dentro de la población de Valencia de Alcántara.

También se desveló la existencia de un grupo criminal integrado al menos por ocho personas que centraban su actividad principal en el tráfico de drogas, señala.

La operación se explotó el pasado día 15 de diciembre de 2017, con el registro de cuatro inmuebles, uno de ellos el club desde el que se hacía el suministro y venta de la droga, y tres viviendas situadas en Valencia de Alcántara, en las que se destuvieron a ocho personas por los supuestos delitos de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal, blanqueo de capitales y trata de seres humanos con fines de explotación sexual.

En la operación también se han aprehendido 154 dosis de heroína, 88 dosis de metanfetamina; 903 dosis de cocaína; 73,79 gramos de hachís; 104,58 gramos de marihuana; efectos relacionados con el tráfico de drogas; cinco básculas de precisión, 3.680 euros y dos vehículos.

La Guardia Civil sospecha, que además de suministrar la droga a los tres puntos de venta de drogas de Valencia de Alcántara, el detenido y supuestamente el mayor distribuidor de la droga, responsable del club, «vendía parte de la droga fiada a terceras personas sin recursos económicos», para que pudieran traficar con la sustancia y cobrarla una vez la hubieran vendido.

De esta forma conseguía «llegar a más consumidores sin tener que desplazarse al club y conseguir un mayor beneficio económico», explica la Guardia Civil.

Así, y paralelamente a la investigación por tráfico de drogas, la Guardia Civil llevó otra de índole económico sobre los detenidos, al identificar un «incremento inusual del patrimonio» del responsable del club, mediante la compra en efectivo de bienes inmuebles en diferentes localidades del territorio nacional.

Por estas adquisiciones, este hombre pagó cerca de 500.000 euros, dinero «enmascarado como ingresos de la propia actividad del club de alterne», cuando la Guardia Civil considera que «los ingresos correspondían probablemente a los beneficios que le reportaba el tráfico de drogas», y se pudo comprobar además que la encargada del club enviaba importantes cantidades de dinero a Rumanía.

Por otra parte, tanto el responsable como la encargada del club de alterne han sido detenidos igualmente por un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, por las «pésimas condiciones» en las que se encontraban las mujeres que allí permanecían, aunque estaban de forma voluntaria, el establecimiento presentaba «numerosas deficiencias higiénico sanitarias para su habitabilidad», además las mujeres eran controladas «en todo momento» y se le exigían comisiones por los servicios que prestaban.

Los ocho detenidos son seis hombres españoles, un portugués y una mujer de nacionalidad rumana. Todos ellos han sido fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Valencia de Alcántara, que ha decretado prisión para cinco de ellos.


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