Pero no todos los países que forman parte de la Unión Europea decidieron subirse al carro del euro, ni en aquel momento, ni ahora. La llamada Eurozona, que fue creada en un primer momento por Alemania, Austria, Bélgica, España, Finlandia, Francia, Grecia, Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos y Portugal; ahora ya cuenta con un total de 19 países de los 27 que forman la UE.
Con la entrada en este espacio de Croacia de cara al año que viene, todavía quedan 7 países de la Unión que utilizan su propia moneda en vez del euro.
  • ​Dinamarca. El más pequeño de los países nórdicos consiguió ya en 1992 licencias sobre cuatro grandes materias de gestión estatal, entre las que estaba la moneda. Los daneses, en el año 2000, no parecieron muy por la labor de cambiar las coronas danesas.
  • ​Suecia. En este territorio se siguen utilizando las coronas suecas por decisión popular tras un referendum celebrado en 2003, aunque como país no ha salido formalmente de la unión monetaria, por lo que podría adoptar el euro en algún momento.
  • Bulgaria. En este caso, el país debe primero cumplir una serie de condiciones impuestas por la Unión Europea para poder entrar en la Eurozona. De momento, usan la leva búlgara que equivale a 0,51 euros.​
  • Rumanía. La misma situación se da en este país, donde se usa el leu rumano que vale 20 céntimos de euros.
  • ​Polonia. Polonia también incumple los criterios de convergencia para adoptar el euro, pero como todos los países de la UE acabará cambiando sus zloty (que valen 0,21 euros al cambio) por la moneda europea.
  • Hungría. El florín húngaro vale 0,0025 euros en la actualidad y el país se encuentra en la misma situación que los anteriores.
  • ​República Checa. En la línea de los países anteriores, aquí se usa la corona checa (0,041 euros). Aunque aceptan euros en casi todas partes, es mejor cambiar ya que el cambio con el que cobran en moneda europea siempre es más desfavorable.