Más de 4.500 espectadores en el XXX Festival de Teatro Clásico de Alcántara

Más de 4.500 espectadores en los cinco montajes oficiales, una media por encima 900 espectadores por obra, y una participación masiva del público en las actividades paralelas. Además, más de 5 mil turistas han visitado la localidad durante el festival.

Este es el balance del XXX edición del Festival de Teatro Clásico, “muy positivo”, según la organización, que también ha destacado la asistencia de mayor público de fuera que en otras ediciones.

La directora del festival, Olga Estecha, que repetía por segundo año consecutivo al frente de la Dirección del Festival de Alcántara, ha expresado su satisfacción por cumplir todos los objetivos marcados al inicio: Internacionalización del evento, profundizar en el apartado académico del festival, consolidar la participación infantil y mostrar una programación coherente y de calidad sobre el Siglo de Oro.

Todos los cursos (teatro, esgrima, y talleres infantiles) han registrado lleno y además se han añadido dos espacios escénicos nuevos al festival (Plaza de Argel y Calle de Trajano) y se ha recuperado la Plaza de la Corredera.

RON LALÁ

En la última jornada, más de 1.100 espectadores acudieron a San Benito para despedir el treinta aniversario del Festival, donde la compañía Ron Lalá, hizo desfrutar y reír al público de Alcántara.

A los Ron Lalá se les podría definir como unos auténticos showman. En Siglo de Oro, siglo de ahora, estos magos del espectáculo, son capaces de mezclar el teatro-comedia con la música. Sus ritmos y canciones  hicieron moverse del asiento del Conventual a más de uno.

Siglo de Oro, Siglo de Ahora cuenta con una escenografía austera, igual que las épocas que se intentan parodiar, revisión contemporánea de la folía, folla o fiesta barroca de piezas breves; una colección de entremeses, jácaras, mojiganga, romances, canciones…

En cualquier caso, ya están ellos para llenar de vida cualquier rincón del escenario y no solo el escenario. En Siglo de Oro, siglo de ahora, Ron Lalá rompe la cuarta pared, extendiendo el escenario hasta el patio de butacas, pero lo hacen de una manera tan sutil y divertida que no comprometen a nadie del público, como puede pasar con otros espectáculos que juegan con este recurso. El público disfruta y esta energía se transmite entre compañía y espectadores.

Una hora y media de espectáculo divertido desde el minuto uno, donde un popurrí de obras clásicas nunca se habían llevado a escena de esta forma tan divertida y bien conducida, haciendo ameno cada momento de la obra.

RETOS

Una vez pasado estos treinta años, han señalado desde la organización, el festival de Alcántara se enfrenta al futuro con diversos retos para poder seguir potenciando su marca, su proyección y poder ir evolucionando.

Para ello será necesario un mayor apoyo institucional o privado ya que se viene trabajando con el mismo presupuesto los últimos cinco años.