El sector agroalimentario español ha hecho un llamamiento a los consumidores para que presten atención al origen de los productos que compran, especialmente aquellos que provienen de fuera de la Unión Europea. Según denuncian, estos productos ingresan al mercado sin cumplir con las mismas exigencias y controles que se les imponen a los productores locales.
Durante un recorrido realizado este fin de semana por las puertas de grandes superficies, se observó que más del 90% de la fruta y verdura adquirida por los extremeños provenía de Huelva, Navarra y Extremadura. Aunque los consumidores afirman prestar atención al origen de los productos, también admiten que el precio es un factor determinante en su elección.
Sin embargo, la competencia de productos extranjeros de bajo costo amenaza a los productos locales. Un ejemplo claro es el de la cereza extremeña, muy apreciada y consumida en el norte de Europa, que ha encontrado un fuerte competidor en la cereza turca. Esta última ha duplicado su presencia en el mercado europeo, pasando de vender 22.000 toneladas en 2022 a 45.000 toneladas en 2023.
Según Miguel Ángel Gómez, de AFRUEX, la cereza extremeña tiene dificultades para llegar al norte de Europa y entrar en las cadenas de supermercados debido a la competencia de la cereza turca, que puede conservarse durante varios días gracias al uso de productos prohibidos para los agricultores extremeños.
Este es solo un ejemplo de un problema de competencia desleal que, incluso, el propio ministro de Agricultura, Luis Planas, reconoce. Se ve también en otros sectores como el de la miel. España consume unas 32.000 toneladas anuales y en 2023 entraron desde terceros países 28.000, a precios por debajo de los 2 euros el kilo, mucho menos que los 3 que rondan los costes de producción de la miel nacional.
Desde el sector apicultor piden cláusulas espejo para que la miel que ingrese en la UE y España tenga que cumplir las mismas condiciones que se le exige a un productor nacional. Cambios normativos que también reclaman desde una explotación de estevia de La Vera, que compite en el mercado europeo con producciones de China y Sudamérica, con muchas menos exigencias. Para ello, plantean que en la etiqueta figuren los niveles de residuos de pesticidas y fitosanitarios que contienen los alimentos.
