Digital Extremadura
Comparte en redes sociales

Es superlativa la expectación anual que nos asalta al conocer los nuevos términos admitidos por los académicos.

En estos días, el Director de la misma, ha anunciado la próxima inclusión de la palabra “posverdad”

El término vendrá a conceptuarse como la información o aseveración basada en emociones, creencias o deseos del público, pero prescindiendo de los hechos objetivos.

Actualmente, se acepta que lo real puede ser algo no sólido y unívoco sino una invención de la conciencia que conlleva mentira y manipulación.

Labor importante en limitar los efectos de la posverdad la ostentan los medios de comunicación, versar sus informaciones en realidad constatable y hechos objetivos es un derecho fundamental del ciudadano a recibir información veraz por cualquier medio de difusión, como así propugna nuestra Carta Magna.

La objetividad debe prevalecer a la subjetividad en todos nuestros ámbitos de la vida.

No podemos admitir que un hecho, ficticio o no, sea aceptado de antemano por el simple hecho de encajar con nuestros esquemas mentales.

Si prescindimos de lo real, de lo verificable, de lo constatable, nos inmiscuimos en lo pensable, en la discrecionalidad de opinar sobre hechos no constatados. Sería convertir lo imaginario en real, es inclusivo convertir lo falso en dato objetivo, en realidad, en verdad.

Estaríamos siendo manipulados en nuestra forma de pensar, de ser, de creer.

En el siglo XXI no nos dejemos aturdir por la posverdad y permanezcamos siempre alerta de con qué datos objetivos contamos, y sobre todo, utilicemos los hechos objetivos y actuemos conforme a los mismos.

Que el nuevo término que formará parte deado. nuestros diccionario de la Lengua Española sea pasajero y años vistas se convierta en una palabra en desuso, en historia, en pas


Comparte en redes sociales

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *