Los cineastas españoles Isabel Coixet y Agustín Almodóvar o la artista plástica Marina Abramovic son algunos de los nombres que firman una carta en la que una treintena de artistas piden a los políticos europeos inversión en cultura.
En esta misiva, varios escritores, músicos, directores de teatro y de museos, cineastas, compositores, fotógrafos y artistas plásticos señalan que la cultura está «en medio de una crisis» y destacan que «la manera en la que los responsables políticos y sociales respondan ahora va a determinar el escenario para la próxima década de vida cultural y creativa».
La carta está firmada también por el compositor Alberto Iglesias ,el artista conceptual Daniel Buren, el cineasta István Szabó, el artista Joan Fontcuberta, el músico Jean-Michel Jarre o los cineastas Jean-Pierre y Luc Dardenne.
Los firmantes lamentan que desde que comenzó la pandemia de COVID-19, «los teatros, cines, museos, salas de conciertos y similares han permanecido cerrados» y «muchos» de ellos «no volverán a abrir». Además, apuntan que las industrias culturales y creativas representan «un tercio de los empleos en Europa» y que «las consecuencias económicas del paro completo ya han impactado más allá del mundo de la cultura».
No obstante, según apuntan, se da la «paradoja» de que a pesar del «paisaje cultural tan disminuido», la sociedad «se ha refugiado» en esta cultura durante el confinamiento. «Es la música que nos ha reunido en los balcones, y delante de películas o series de televisión que nos han entretenido«, señalan.
Según lamentan, «a pesar de los claros mensajes de los dirigentes de la Unión Europea» sobre el apoyo a la cultura, critican que «las ofertas actuales para un plan de recuperación» no tienen en cuenta al sector, y que «el presupuesto europeo extrañamente no considera las necesidades del sector cultural y creativo».
«Necesitamos un plan que permita revivir nuestro ecosistema cultural y que pueda inspirar a la próxima generación de europeos», reclaman estos artistas, quienes piden «proveer los recursos financieros que permitirán que el arte, la cultura, y las empresas culturales y creativas, los creadores y los trabajadores creativos puedan seguir con su trabajo, para poder sobrevivir primero y desarrollarse en el futuro»
