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TEORÍA QUEER: OTRO ENFOQUE DE LA SEXUALIDAD

OPINIÓN
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[Img #47028]Dedicado a todos los adolescentes que se sienten frustrados y aislados por no poder entrar en las categorías sexuales establecidas.

 

Cuando hablamos de sexualidad, definimos un concepto tridimensional que abarca aspectos biológicos, psicológicos y sociales.

 

El sexo es la parte biológica y distingue entre hombre y mujer. La identidad de género es cómo yo me identifico con mi sexo, si me siento hombre o mujer, que a veces puede coincidir con el sexo biológico o no. La orientación sexual es por quién me siento atraído. Finalmente, los roles de género son los papeles asignados cultural y socialmente al hombre o la mujer.

 

He tenido el placer de conocer a varios adolescentes en mi consulta, tanto chicos como chicas, que se sentían aislados de la sociedad, se encontraban fuera de lugar, agobiados y raros por no entrar en ninguna de las categorías establecidas en la sexualidad: heterosexual, lesbiana, homosexual, bisexual, transexual o intersexual. Sus respuestas  siempre eran del tipo: “María, que soy…”, “ Soy un bicho raro…”, “No sé qué hacer, me ahogo, me siento fuera de lugar…”.

 

El dilema surgía porque estos adolescentes estaban enamorados de una persona de su mismo sexo, algo que no habían sentido nunca, ya que siempre les habían atraído personas del sexo contrario y, además, si se ponían a hacer experimentos, veían que, al mirar a otra persona de su mismo sexo que no fuese la persona de la que estaban enamoradas, no se sentían atraídos por ella. Toda esta emulsión de sentimientos, contradictorios para ellos e inexplicables dentro de los significados sociales y culturales dados a la sexualidad, se les escapaba de las manos y sufrían constantemente por no poder explicar a nadie lo que les estaba pasando. A todos ellos va dedicado este artículo que habla de la Teoría Queer.

 

Esta teoría nace en Estados Unidos y tienen su origen dentro de un complejo contexto social, a partir de nuevas teorías sobre la sexualidad (Foucault, 1976; Weeks, 1998). Una representante de esta teoría es Judith Butler, para quien quiera profundizar más en la materia.

 

Esta palabra inglesa, Queer, significa como adjetivo “raro”, “torcido”, “extraño” pero se entiende en sus prácticas como la noción de desestabilizar normas que están aparentemente fijadas.

 

La Teoría Queer afirma que la orientación sexual y la identidad sexual o de género de las personas son el resultado de una construcción social y que, por tanto, no existen papeles sexuales biológicamente inscritos en la naturaleza humana, sino formas socialmente variables de desempeñar uno o varios papeles sexuales.

 

Es una elaboración teórica de la disidencia sexual y de la deconstrucción de las identidades estigmatizadas que, a través de la resignificación del insulto, consigue reafirmar que la opción sexual distinta es un derecho humano.

 

Las sexualidades periféricas son todas aquellas que se alejan del círculo imaginario de la sexualidad “normal” y que ejercen su derecho a proclamar su existencia. Rechazan un sistema social basado en la separación de las personas y no en lo que las hace comunes.

 

Estas sexualidades periféricas son todas aquellas que traspasan la frontera de la sexualidad aceptada socialmente. Están basadas en la resistencia a los valores tradicionales y, al asumir la transgresión, el precio que tienen que pagar muchas veces es el rechazo social, la discriminación y el estigma. Ser diferente se toma como una categoría de análisis para denunciar los abusos e intentar dar voz a estas identidades que han sido avasalladas por la homofobia y el racismo, entre otros.  

 

Queer rechaza toda clasificación por género, prácticas sexuales o estado serológico. Procura un mundo sin fronteras y de igualdad entre personas diferentes, es decir, promueve el derecho a la indiferencia, a ser tratados iguales pero diferentes.

 

Como reflexión final, quiero apuntar que no todo en la vida se puede identificar en categorías universales. Necesitamos categorías para tener seguridad, o pertenecer a un grupo que tenga esas características comunes para sentirnos dentro de la sociedad, pero esto, como estamos viendo, no es la generalidad. En la sociedad existen personas que  piensan y sienten de manera diferente y, por no estar dentro de estas clasificaciones, se sienten rechazados y aislados de la misma. En el amor y en las relaciones las categorías no existen, tan solo tus sentimientos. Te enamoras de personas.

 

“En sí las cosas no son buenas ni malas, sólo el pensamiento las hace tales”.

Hamlet  

 

 

María Banda es Psicóloga y Sexóloga


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